
El congresista francés Éric Ciotti propuso el establecimiento de una institución pública para adquirir gradualmente alrededor de 420,000 Bitcoins, que representan aproximadamente el 2% del suministro global, viendo a Bitcoin como un oro digital nacional para fortalecer la independencia fiscal contra la inflación y la hegemonía del dólar, asegurando que Francia no se quede atrás en la revolución de las monedas digitales.
Para evitar utilizar directamente el presupuesto nacional, el plan es recaudar fondos a través de tres avenidas principales: Primero, utilizando energía excedente de la energía nuclear y hidroeléctrica para la minería de Bitcoin de bajo consumo energético, creando un poder computacional nacional ecológico y sostenible; segundo, incorporando los activos de Bitcoin incautados por el poder judicial en el tesoro nacional, convirtiéndolos en riqueza utilizable; finalmente, asignando parte de los fondos de la plataforma de ahorros nacional para apoyar compras diarias de Bitcoin por aproximadamente quince millones de euros, manteniendo un enfoque de compra estable a largo plazo.
El proyecto de ley también propone la posibilidad de utilizar Bitcoin para pagos de impuestos, lo que, aunque requiere una revisión constitucional, simboliza que las finanzas soberanas de Francia se están abriendo gradualmente a los activos digitales y demuestra su determinación de adoptar un nuevo marco financiero.
Ciotti se opone a que el Banco Central Europeo emita un euro digital, argumentando que podría poner en peligro la privacidad personal y la libertad monetaria, y aboga por una prohibición de su implementación. Al mismo tiempo, apoya fomentar el desarrollo impulsado por el mercado de las stablecoins en euros para mejorar la competitividad del euro como unidad de precios para activos digitales, intentando cambiar la actual dominancia de la stablecoin dólar.
Para atraer a empresas de blockchain y Web3 a establecerse en Francia, la propuesta sugiere simplificar el proceso de registro para las empresas de criptomonedas y reducir las barreras al emprendimiento; al mismo tiempo, ofrece reducciones fiscales o incentivos para las actividades de comercio y minería para estimular aún más el crecimiento y la innovación de la economía local de criptomonedas, acelerando el desarrollo de la economía digital de Francia.
Si la ley se aprueba finalmente, Francia se convertirá en la primera gran economía del mundo en incorporar Bitcoin en sus reservas estratégicas nacionales, lo que podría no solo cambiar la postura política de Europa sobre los activos cripto, sino que también simboliza que el sistema financiero tradicional se está moviendo hacia una nueva etapa de integración con los activos digitales.











