
En los últimos tiempos, se han generado debates en las comunidades financieras y de criptomonedas sobre la posible adopción de XRP o del XRP Ledger (XRPL) por parte de los países BRICS—Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—como parte de su infraestructura de pagos. El bloque BRICS ha definido objetivos prioritarios orientados a reducir la dependencia del dólar estadounidense y crear un sistema financiero multipolar que brinde mayor autonomía a sus estados miembros. Esta estrategia de "desdolarización" plantea interrogantes cruciales acerca de la viabilidad de incorporar XRP, una criptomoneda desarrollada por una importante fintech estadounidense. Esta contradicción constituye el núcleo del debate sobre si BRICS empleará XRP o tecnologías similares como parte de su estrategia de adopción de criptomonedas.
El XRP Ledger representa un avance tecnológico relevante en los sistemas de pago internacionales. XRP se ha consolidado por su eficiencia y escalabilidad excepcionales, diseñadas para facilitar transferencias internacionales rápidas y a bajo coste. Estas cualidades coinciden plenamente con los objetivos de BRICS de implantar mecanismos de pago inter-nacionales más eficaces. La tecnología que sustenta el XRP Ledger funciona como una red distribuida donde múltiples participantes pueden gestionar nodos, favoreciendo una participación más amplia. En teoría, esta tecnología aporta ventajas notables a cualquier gran bloque económico que busque modernizar sus infraestructuras de pago. La combinación de rapidez, rentabilidad y gobernanza distribuida convierte a XRP en una opción atractiva para la cooperación económica internacional y la liquidación comercial entre los países BRICS.
Pese al interés tecnológico que despierta XRP, la posibilidad de que BRICS adopte esta criptomoneda sigue siendo altamente especulativa y enfrenta obstáculos importantes. El problema esencial radica en la contradicción entre la estrategia de BRICS y el origen de XRP. El bloque BRICS persigue de forma explícita la independencia financiera respecto a la hegemonía estadounidense y la predominancia global del dólar en el comercio internacional y las reservas exteriores. Adoptar una criptomoneda creada por una empresa con sede en Estados Unidos contradice de manera directa ese objetivo de liberarse del dólar y de la influencia financiera americana.
Por otra parte, aunque la empresa desarrolladora sostiene que el XRP Ledger sigue principios distribuidos, existe un escepticismo generalizado sobre esta afirmación. La compañía mantiene la propiedad de una parte considerable del suministro total de tokens XRP y ejerce una fuerte influencia sobre el desarrollo del ecosistema y las decisiones de gobernanza. Este control centralizado representa una contradicción esencial para los países BRICS, que legítimamente recelan de sistemas con vínculos evidentes con Estados Unidos, independientemente de las afirmaciones sobre descentralización.
Al margen de la especulación sobre la adopción de criptomonedas alternativas, otra hipótesis ha cobrado relevancia en los análisis sectoriales: el posible desarrollo por parte de BRICS de una moneda respaldada por oro y materias primas. Este planteamiento resulta considerablemente más coherente y realista respecto a los objetivos de desdolarización e independencia económica del bloque. Una moneda sustentada en oro ofrecería una alternativa estable y predecible al dólar, eliminando la necesidad de reservas denominadas en esta divisa y aprovechando la gran riqueza en recursos naturales concentrada en los países BRICS.
Los estados miembros han emprendido iniciativas estratégicas para incrementar de forma significativa sus reservas de oro, lo que refuerza la credibilidad de las hipótesis que sugieren que el bloque se prepara activamente para dicha transición monetaria. Una moneda respaldada por activos tangibles—including oro, petróleo y otras materias primas estratégicas—fortalecería de forma notable la posición de BRICS en la arquitectura financiera global. Este modelo permitiría a los miembros comerciar internacionalmente utilizando un medio de intercambio estable, independiente de la influencia y los mecanismos de control occidentales.
En vez de adoptar criptomonedas externas, los miembros de BRICS tienen mayores posibilidades de desarrollar monedas digitales propias y sistemas de pago diseñados conforme a sus objetivos estratégicos. Varios países del bloque han logrado avances relevantes con la implementación de monedas digitales nacionales, mientras que otros desarrollan infraestructuras regionales. Estas monedas digitales bajo control nacional responden mejor a la visión fundamental de BRICS de soberanía financiera y mayor influencia económica regional.
Los países miembros también han mantenido debates sustanciales sobre la creación de una moneda digital compartida para las operaciones comerciales internas del grupo. Esta moneda facilitaría la reducción de la dependencia del dólar en el comercio regional y se adaptaría a las necesidades y especificaciones colectivas de las economías BRICS. De manera crucial, este enfoque elimina la dependencia de entidades privadas externas, especialmente aquellas con sede en Estados Unidos, garantizando la plena soberanía sobre la política monetaria y la infraestructura financiera.
Si bien las capacidades de XRP en pagos internacionales son indudablemente valiosas, la hipótesis de que BRICS adopte esta criptomoneda resulta improbable ante los objetivos estratégicos del bloque. Los países BRICS, firmemente comprometidos con la desdolarización y la independencia financiera, difícilmente aceptarían sistemas con fuertes conexiones a corporaciones estadounidenses. Por el contrario, la opción de desarrollar una moneda respaldada por oro y materias primas aparece como la vía más viable, alineada con los objetivos fundacionales de BRICS y fortaleciendo su peso económico colectivo en el sistema financiero global. Mientras la situación evoluciona, la adopción de criptomonedas externas sigue siendo especulativa y el surgimiento de instrumentos digitales soberanos y monedas respaldadas por activos representa la trayectoria más probable para la nueva arquitectura financiera internacional que proyecta el bloque BRICS.
Sí, los países BRICS exploran activamente la integración de XRP en un sistema financiero respaldado por oro para reducir la dependencia del dólar estadounidense y sortear SWIFT. Esta iniciativa marca un giro relevante hacia una infraestructura financiera alternativa.
Sí. Los bancos están adoptando XRP cada vez más para pagos internacionales en tiempo real y provisión de liquidez. Las alianzas de Ripple con instituciones financieras reflejan la creciente utilidad de XRP en el sector bancario.
BRICS empleará BRICS Pay, un sistema de pagos transfronterizo descentralizado diseñado para impulsar el comercio entre los estados miembros y reducir la dependencia del dólar estadounidense. Permite transacciones instantáneas en monedas locales sin una autoridad central.











