
Staking consiste en bloquear tus tokens para obtener recompensas.
En el sector cripto, el staking implica comprometer tus tokens en una blockchain o protocolo, contribuyendo a la seguridad y funcionamiento de la red mientras recibes incentivos. El staking es más habitual en blockchains de tipo “Proof of Stake”, donde la selección de validadores depende de la cantidad de tokens en staking. Puedes delegar tus activos a validadores (nodos que producen y verifican bloques) o emplear “liquid staking” para recibir tokens voucher negociables a cambio de tus activos en staking.
Tras el Merge de Ethereum, la red pasó a Proof of Stake, permitiendo a los usuarios hacer staking de ETH y obtener rendimientos anualizados; Solana sigue un enfoque similar, donde los usuarios hacen staking de SOL para respaldar la red y recibir recompensas. Estos incentivos suelen proceder de la emisión del protocolo o del reparto de comisiones de transacción.
El staking permite a los holders generar rendimientos on-chain relativamente estables.
Su valor reside en varios aspectos: primero, refuerza la seguridad de la red (cuantos más tokens en staking y mayor descentralización, más segura es la red); segundo, ofrece intereses y recompensas en tokens, y algunos proyectos otorgan derechos de voto en la gobernanza; tercero, muchos proyectos nuevos utilizan el staking como requisito para participar en eventos como airdrops o whitelists, premiando a los verdaderos contribuyentes.
No obstante, el staking conlleva riesgos. La volatilidad del precio del token puede neutralizar tus beneficios; delegar en validadores poco fiables puede suponer “slashing” (penalizaciones que pueden reducir o incluso eliminar tus recompensas y principal si los nodos actúan de forma indebida o quedan fuera de línea); algunos modelos de staking imponen periodos de bloqueo, limitando la liquidez hasta su vencimiento; el staking mediante smart contracts también implica riesgos de vulnerabilidad.
La base del staking es vincular tus tokens a un validador para participar en la producción y verificación de bloques.
En blockchains Proof of Stake, los validadores actúan como guardianes de la red, y la producción de bloques rota según el peso del stake. Los usuarios suelen optar por el “staking delegado”, confiando sus tokens a validadores de confianza que cobran una pequeña comisión y reparten las recompensas restantes de forma proporcional.
Gestionar tu propio nodo requiere conocimientos técnicos y hardware, además de garantizar alta disponibilidad, actualizaciones puntuales y seguridad robusta; de lo contrario, corres el riesgo de sufrir slashing. Esta opción está orientada a equipos o profesionales, no a principiantes.
El “liquid staking” (LST) permite intercambiar activos en staking por tokens recibo negociables como stETH tras hacer staking de ETH. Estos tokens pueden utilizarse para préstamos, trading o aportar liquidez, mientras continúan generando recompensas de staking, funcionando como un certificado de depósito transferible.
Existe también el “restaking”, que aprovecha la seguridad de tus tokens en staking para servicios adicionales y obtener recompensas extra. Sin embargo, este modelo aumenta el riesgo y debe analizarse con cautela.
El staking está presente en blockchains públicas, aplicaciones DeFi y productos de gestión patrimonial de exchanges.
A nivel de cadena pública, redes como Ethereum, Solana y Cosmos permiten staking delegado. El usuario selecciona validadores en su wallet, indica la cantidad a stakear, firma la transacción y empieza a recibir intereses, con recompensas distribuidas diariamente o en periodos definidos.
En DeFi, los tokens de liquid staking (LST) se emplean como colateral para préstamos o como activos en pares de trading en exchanges descentralizados, lo que permite obtener tanto recompensas de staking como comisiones de préstamo o trading. Por ejemplo, puedes depositar stETH en un protocolo de préstamos y utilizar stablecoins prestadas en otras estrategias. Sin embargo, los LST pueden negociarse por debajo de su valor nominal en momentos de escasez de liquidez.
En exchanges como Gate, la “Zona de Wealth/Staking” de Gate muestra productos como staking de ETH y SOL, indicando APYs estimados, reglas de rescate y periodos de bloqueo. El usuario puede delegar con un solo clic en validadores preseleccionados, sin necesidad de selección manual ni operaciones on-chain.
En lanzamientos de nuevos proyectos, los equipos pueden requerir que los miembros de la comunidad hagan staking de tokens para obtener derechos de gobernanza o acceder a airdrops. Por ejemplo, un protocolo puede anunciar: “Haz staking durante X días para participar en la votación de gobernanza”, garantizando que solo los holders a largo plazo participen en la toma de decisiones.
Diversificar, realizar análisis previo y planificar la liquidez resulta fundamental.
Paso 1: Selecciona validadores fiables. Consulta sus comisiones, estabilidad de uptime y registros históricos de slashing. Muchas wallets y plataformas muestran estos datos; prioriza los nodos con mayor estabilidad.
Paso 2: Diversifica tus posiciones. Evita concentrar todos los fondos en un solo validador o método de staking. Delega en varios nodos o reparte entre liquid staking y reservas líquidas.
Paso 3: Comprende los mecanismos de retirada. Los tiempos de unstaking varían según la cadena y el producto: en Ethereum hay una cola de retiros; algunos productos en exchanges tienen periodos de bloqueo fijos. Planifica tu flujo de caja para no quedarte bloqueado si necesitas los fondos.
Paso 4: Atento a los riesgos de contrato y descuento. El liquid staking aporta flexibilidad, pero los LST pueden perder paridad en situaciones de estrés de mercado o retiradas masivas. Elige protocolos auditados con reservas de riesgo y revisa los procesos y costes de conversión a tokens nativos.
En Gate, comienza revisando los detalles en la “Zona de Wealth/Staking”, incluidos los rangos de APY, comisiones, políticas de rescate y advertencias de riesgo; prueba primero con pequeñas cantidades para verificar la distribución de recompensas y la experiencia de salida; después, escala gradualmente según tu objetivo de rentabilidad y necesidades de liquidez.
En 2025, las tasas de staking y los rendimientos anuales en las principales blockchains Proof of Stake muestran una mayor participación y rentabilidades medias estables.
Por ejemplo, los datos públicos de paneles del Q3-Q4 de 2025 indican que el APY de staking en Ethereum ronda el 3 %-4 %, con ratios de staking en torno al 25 %-35 % de la red, lo que supone un aumento respecto a 2024. Las diferencias de rendimiento entre validadores se han reducido, y una mayor parte de los retornos procede de escenarios integrados (como diferenciales de rendimiento de LST en préstamos).
El ratio de staking de Solana sigue siendo elevado (alrededor del 65 %-70 %), con APYs en el rango del 6 %-8 %. A medida que crecen el rendimiento de la red y las aplicaciones del ecosistema, aumentan el número de validadores y la dispersión de delegaciones. Los retornos dependen de los parámetros de inflación y de las comisiones de transacción.
En el liquid staking (LST), el valor total bloqueado (TVL) alcanzó varias decenas de miles de millones de USD en los últimos seis meses de 2025, ampliándose respecto a 2024. El crecimiento responde a la demanda de activos líquidos que generen rendimiento y al acceso sencillo desde exchanges y wallets. El riesgo de descuento en los rescates sigue siendo una preocupación clave del mercado.
El restaking mantiene su tendencia alcista: el TVL en múltiples protocolos aumentó de forma constante desde finales de 2024 hasta el Q3 de 2025, superando varios miles de millones de dólares. Las recompensas adicionales provienen de puntos de tareas, reparto de ingresos del protocolo y posibles airdrops, pero el riesgo se incrementa, por lo que conviene evaluar bien la relación seguridad-rentabilidad.
En exchanges regulados, la transparencia sobre el origen de los validadores y las reglas de retirada es cada vez más relevante. Por ejemplo, los productos de staking de Gate ahora muestran claramente los rangos de APY previstos, ciclos de rescate y comisiones, lo que mejora la experiencia del usuario, pero requiere comparar productos antes de elegir.
El staking depende del peso de los tokens; la minería, de la potencia de cálculo y el consumo energético.
La minería, asociada normalmente a Proof of Work, requiere GPUs o equipos especializados que consumen mucha electricidad para competir por el derecho a producir bloques. El staking implica bloquear tokens y recibir recompensas en función de la cantidad en staking y el rendimiento del validador. Los principales costes de la minería son el hardware y la energía; los riesgos del staking son la volatilidad del precio, la fiabilidad del validador y la duración del bloqueo.
En cuanto a la participación, el staking está al alcance de los holders mediante delegación o a través de exchanges; la minería exige equipos e infraestructura específicos. En términos de impacto ambiental y tendencias regulatorias, Proof of Stake y el staking cuentan con el respaldo de los reguladores y los inversores institucionales. Cada método se adapta a diferentes tipos de activos y perfiles de riesgo; elige el que más se ajuste a tus necesidades.
La colateralización es un concepto propio de las finanzas tradicionales: se utilizan activos como garantía para obtener un préstamo, manteniendo la propiedad. El staking es exclusivo de blockchain: se bloquean activos cripto en la red para participar en la validación y recibir recompensas. En resumen: la colateralización es para obtener préstamos; el staking, para generar incentivos.
El unstaking es neutral; su impacto depende del contexto. Un unstaking masivo puede anticipar ventas (bajista), pero también responder a necesidades normales de liquidez. Factores clave son el volumen y el momento de los retiros y el sentimiento general del mercado; analiza siempre los datos on-chain y los fundamentales del proyecto.
El staking mining consiste en obtener tokens recién emitidos y comisiones de transacción bloqueando activos cripto para validar transacciones en blockchain. Frente a la minería tradicional, que requiere alta capacidad computacional y consumo energético, el staking mining solo exige mantener activos. Presenta menores barreras de entrada y es más sostenible.
Primero, adquirir suficientes tokens para staking (por ejemplo: ETH suele requerir 32 tokens, pero plataformas como Gate permiten mínimos más bajos). Después, comprender las reglas y riesgos específicos de la red, como periodos de bloqueo o penalizaciones por slashing. Empieza con pequeñas cantidades para adquirir experiencia antes de comprometer sumas mayores.
Las recompensas de staking provienen principalmente de dos fuentes: inflación del protocolo (nuevos tokens emitidos) y comisiones de transacción que recauda la red. La proporción varía según la cadena; por ejemplo, en Ethereum las recompensas incluyen tanto la emisión de nuevos tokens como los ingresos por gas fees. Tasas de recompensa elevadas suelen conllevar mayor riesgo; evalúa siempre con cautela.


