
Web2 es el modelo de internet predominante en la actualidad, donde los usuarios interactúan, generan contenido y realizan transacciones mediante cuentas gestionadas por plataformas centralizadas. Las empresas almacenan y mantienen todos los datos de los usuarios. Las experiencias más habituales de Web2 incluyen navegar por redes sociales, ver vídeos cortos y comprar en sitios de comercio electrónico.
Web2 se distingue por plataformas que funcionan como centros de servicios. Gestionan sistemas de cuentas, distribuyen contenido, controlan riesgos y ofrecen atención al cliente, permitiendo la participación de los usuarios simplemente desde un smartphone o navegador. Este diseño reduce las barreras de acceso, mejora la eficiencia y ha dado lugar a grandes ecosistemas de contenido y comercio.
La centralización define Web2: las plataformas controlan cuentas de usuario, contenido y reglas, como si todo estuviera guardado en un único almacén del que la empresa tiene las llaves. El contenido generado por el usuario (UGC) es protagonista, permitiendo a cualquiera publicar, dar "me gusta" y comentar.
También son fundamentales el enfoque mobile-first y la distribución algorítmica. "Mobile-first" implica que los productos se diseñan principalmente para smartphones. La distribución algorítmica consiste en programas que deciden qué contenido ves, funcionando como recomendaciones editoriales automatizadas. El inicio de sesión único es común, permitiendo el acceso fluido a varios servicios con una sola cuenta.
Web2 utiliza una arquitectura "cliente-servidor-base de datos": tu smartphone o navegador envía solicitudes al servidor de la plataforma, que las procesa y consulta o guarda información en una base de datos antes de devolverte los resultados.
Las APIs conectan aplicaciones, como enchufes estándar, permitiendo a los desarrolladores leer o escribir datos. Las cookies son pequeños datos que los sitios envían a los navegadores para recordar tu inicio de sesión y preferencias, evitando que tengas que introducir la contraseña cada vez. OAuth actúa como un pase de autorización, permitiéndote iniciar sesión en el Servicio B con la cuenta de la Plataforma A sin compartir tu contraseña con B.
Para agilizar el acceso, las plataformas emplean CDNs (Content Delivery Networks), que almacenan imágenes y vídeos cerca de los usuarios para una carga más rápida. Este sistema garantiza la entrega estable de contenido, pagos y notificaciones incluso a gran escala.
Los modelos de negocio principales en Web2 son la publicidad, las suscripciones y las comisiones por transacción. La publicidad se basa en el tráfico y el perfilado de usuarios para mostrar anuncios dirigidos. Las suscripciones se aplican a música, streaming y herramientas de productividad, generalmente con pagos mensuales o anuales. Las comisiones por transacción son frecuentes en el comercio electrónico y las tiendas de aplicaciones, donde la plataforma se queda con un porcentaje de cada operación.
Los datos son el principal activo en Web2. Las plataformas utilizan el comportamiento de los usuarios para optimizar recomendaciones y productos, mejorando la retención y la conversión. Con el aumento de la regulación en privacidad y cumplimiento, las plataformas deben gestionar los datos de forma más transparente.
Web2 y Web3 son distintos, pero pueden complementarse. Web2 se basa en la custodia y gestión de cuentas por parte de plataformas para facilitar el uso y la rapidez; Web3 permite que cada individuo gestione sus propias "llaves", priorizando la soberanía sobre activos e identidad.
Ambos se conectan mediante "puentes": por ejemplo, registrarse por email o teléfono (puntos de entrada Web2) da acceso a wallets o exchanges; a su vez, los activos en blockchain y los smart contracts se presentan en interfaces estilo Web2 para facilitar la adopción de nuevos usuarios.
En el sector cripto, Web2 facilita la "incorporación y operaciones". Por ejemplo, en Gate, el registro y acceso utilizan email o teléfono para crear cuentas. KYC (Know Your Customer) requiere subir documentos de identidad y fotos faciales para cumplir la normativa.
Las notificaciones, alertas por correo y la monitorización de riesgos funcionan sobre tecnologías Web2. Las rampas fiat emplean pasarelas de pago Web2 para recargar saldos y comprar criptoactivos. Estos procesos conectan capacidades del internet tradicional con la gestión y el trading de activos en blockchain.
Paso 1: Elige una wallet. Es tu llavero digital de activos, normalmente una extensión de navegador o app móvil.
Paso 2: Aprende sobre las frases mnemotécnicas. Son conjuntos de palabras para recuperar tus llaves si pierdes el dispositivo; guárdalas siempre fuera de línea, nunca las captures ni subas a la nube.
Paso 3: Decide la custodia. La autocustodia implica gestionar tus propias llaves (requiere más aprendizaje); los servicios de custodia las gestionan por ti, ofreciendo una experiencia similar a Web2. Elige según tu tolerancia al riesgo.
Paso 4: Conecta los puntos de entrada Web2 con Web3. Por ejemplo, tras registrarte y completar el KYC en Gate, recarga tu cuenta o compra antes de transferir los activos a una wallet de autocustodia; realiza la transición paso a paso.
Paso 5: Prioriza seguridad y cumplimiento. Activa la autenticación en dos pasos, evita enlaces de phishing y falsos agentes de soporte. Ten en cuenta riesgos como la volatilidad o errores operativos al gestionar fondos; administra siempre el almacenamiento y autorizaciones con precaución.
Los riesgos principales de Web2 se relacionan con los datos y el control. El almacenamiento centralizado puede comprometer la privacidad y seguridad si hay filtraciones o abuso de permisos. Los cambios de políticas o prohibiciones pueden afectar tu cuenta o la distribución de contenido.
En cripto, las cuentas custodial implican "riesgo de plataforma", como interrupciones o restricciones de retiro; por eso, conviene diversificar y respaldar los activos, usando soluciones de custodia robustas para fondos importantes.
Las tendencias recientes muestran optimización continua de la experiencia móvil, más transparencia y explicabilidad en algoritmos y recomendaciones, normas de privacidad y cumplimiento más estrictas que fomentan menos recopilación de datos y más procesamiento local, y mayor conectividad entre plataformas para facilitar la transición entre servicios.
La integración con Web3 avanza: las soluciones de identidad descentralizada y activos portátiles se unen a interfaces Web2 conocidas, facilitando la usabilidad y la autonomía del usuario. La IA en la creación de contenido y atención al cliente seguirá aumentando la eficiencia operativa.
Web2 es un sistema de internet centrado en plataformas y cuentas de usuario. Ofrece redes sociales, distribución de contenido y comercio eficientes mediante almacenamiento centralizado y recomendaciones algorítmicas. Comprender Web2 permite saber quién controla cuentas y datos, definir los límites entre plataforma y usuario, y tomar decisiones al pasar a Web3: mantener accesos familiares mientras se aprende la autocustodia de llaves y activos, equilibrando funcionalidad y seguridad.
Tus datos en Web2 los controlan plataformas centralizadas; la seguridad depende de sus medidas de protección. Las grandes plataformas invierten en privacidad, pero existen riesgos como brechas o ataques. Usa contraseñas fuertes, activa la autenticación en dos pasos, revisa la actividad de tu cuenta y elige servicios con mejores políticas de privacidad cuando sea necesario.
Web2 usa una arquitectura centralizada donde cuentas, contenido y registros de transacciones se almacenan en los servidores de la plataforma. Esta tiene autoridad total sobre los datos: puede cambiar reglas, congelar cuentas o borrar contenido. Los usuarios solo tienen derecho de uso, no de propiedad, lo que otorga gran poder a las plataformas; Web3 busca cambiar este aspecto.
La mayoría de plataformas Web2 obtienen ingresos por publicidad y monetización de datos: tus hábitos e intereses se venden a anunciantes. También ganan con servicios premium (suscripciones) y comisiones por transacciones. Recuerda: si el producto es gratuito, tú—y tus datos—eres el producto.
Web3 aún está en fase inicial; Web2 sigue siendo dominante. Lo ideal es un enfoque híbrido: mantén cuentas Web2 para lo esencial y aprende sobre Web3 con pruebas pequeñas para ganar experiencia. Usa plataformas reconocidas (como Gate) en tu primer contacto con Web3, evita riesgos innecesarios y aumenta tu participación conforme evoluciona el ecosistema.
Las plataformas Web2, al estar gestionadas por empresas centralizadas, deben cumplir la normativa local. Si una app infringe políticas o se considera una amenaza, los gobiernos pueden exigir su retirada o restringir el acceso directamente. Este control centralizado implica que la disponibilidad varía según la región, un riesgo sistémico propio del modelo Web2.


