Recientemente, la industria global de semiconductores ha enfrentado una fuerte sacudida. Las acciones de varias grandes empresas de semiconductores estadounidenses han experimentado una caída significativa, lo que ha generado una amplia atención en el mercado.
Las acciones de líderes de la industria como Qualcomm e Intel cayeron rápidamente después de la apertura, con descensos del 7% y 9%, respectivamente. Otras empresas que dependen del mercado chino, como Micron y Texas Instruments, tampoco se salvaron. Según estadísticas, en solo una semana, la capitalización de mercado total de estas empresas de chips estadounidenses se evaporó en más de 10 billones de yuanes, una cifra asombrosa.
Los analistas de Wall Street y los medios extranjeros han reaccionado con fuerza, emitiendo comentarios e informes. Su preocupación no se limita a la pérdida de pedidos actuales, sino que su inquietud más profunda radica en la posible pérdida de China, el mayor mercado de consumo de chips del mundo. Hay que tener en cuenta que China importa chips por un valor de miles de millones de dólares cada año, representando casi el 40% del consumo mundial de chips. Durante mucho tiempo, las empresas estadounidenses han obtenido grandes beneficios en este mercado gracias a su ventaja tecnológica; perder de repente una parte tan grande del mercado naturalmente provoca pánico.
Al mirar hacia atrás, Bill Gates predijo en público que, sin importar las medidas restrictivas que tomara Estados Unidos, no podría detener a China de convertirse en una potencia tecnológica. En ese momento, muchas personas consideraron esta opinión como alarmista. Sin embargo, los hechos han demostrado que su previsión era correcta.
Frente a las limitaciones externas, China no se ha quedado estancada. Al contrario, estos desafíos se han convertido en el motor que impulsa la innovación autónoma de la industria de semiconductores en China. Las empresas chinas están trabajando duro para superar los cuellos de botella tecnológicos y reducir gradualmente la brecha con los gigantes internacionales. Esto no solo refleja la resiliencia de la industria tecnológica china, sino que también muestra su potencial en la competencia tecnológica global.
Esta serie de eventos destaca que el panorama de la industria tecnológica global está experimentando cambios profundos. No solo afecta el rendimiento del mercado de las empresas, sino que también está remodelando un nuevo marco de cooperación y competencia tecnológica internacional. En el futuro, encontrar un equilibrio entre la protección de los intereses nacionales y la promoción del desarrollo tecnológico global será un tema importante que enfrentarán los países.
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MEVSandwichVictim
· Hace14m
Evaporar cien billones, ¿quién se comerá este gran sándwich?
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AllTalkLongTrader
· hace16h
Los inversores minoristas de EE. UU. se van a llevar una paliza, jajaja
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RugPullAlarm
· hace16h
Una semana se evaporan 10 billones. ¿Hacia dónde va este flujo de capital? Si no hay advertencia, ¿quién dará la advertencia?
Recientemente, la industria global de semiconductores ha enfrentado una fuerte sacudida. Las acciones de varias grandes empresas de semiconductores estadounidenses han experimentado una caída significativa, lo que ha generado una amplia atención en el mercado.
Las acciones de líderes de la industria como Qualcomm e Intel cayeron rápidamente después de la apertura, con descensos del 7% y 9%, respectivamente. Otras empresas que dependen del mercado chino, como Micron y Texas Instruments, tampoco se salvaron. Según estadísticas, en solo una semana, la capitalización de mercado total de estas empresas de chips estadounidenses se evaporó en más de 10 billones de yuanes, una cifra asombrosa.
Los analistas de Wall Street y los medios extranjeros han reaccionado con fuerza, emitiendo comentarios e informes. Su preocupación no se limita a la pérdida de pedidos actuales, sino que su inquietud más profunda radica en la posible pérdida de China, el mayor mercado de consumo de chips del mundo. Hay que tener en cuenta que China importa chips por un valor de miles de millones de dólares cada año, representando casi el 40% del consumo mundial de chips. Durante mucho tiempo, las empresas estadounidenses han obtenido grandes beneficios en este mercado gracias a su ventaja tecnológica; perder de repente una parte tan grande del mercado naturalmente provoca pánico.
Al mirar hacia atrás, Bill Gates predijo en público que, sin importar las medidas restrictivas que tomara Estados Unidos, no podría detener a China de convertirse en una potencia tecnológica. En ese momento, muchas personas consideraron esta opinión como alarmista. Sin embargo, los hechos han demostrado que su previsión era correcta.
Frente a las limitaciones externas, China no se ha quedado estancada. Al contrario, estos desafíos se han convertido en el motor que impulsa la innovación autónoma de la industria de semiconductores en China. Las empresas chinas están trabajando duro para superar los cuellos de botella tecnológicos y reducir gradualmente la brecha con los gigantes internacionales. Esto no solo refleja la resiliencia de la industria tecnológica china, sino que también muestra su potencial en la competencia tecnológica global.
Esta serie de eventos destaca que el panorama de la industria tecnológica global está experimentando cambios profundos. No solo afecta el rendimiento del mercado de las empresas, sino que también está remodelando un nuevo marco de cooperación y competencia tecnológica internacional. En el futuro, encontrar un equilibrio entre la protección de los intereses nacionales y la promoción del desarrollo tecnológico global será un tema importante que enfrentarán los países.