En esta era digital, una antigua pintura de paisajes de la dinastía Ming ha comenzado su nuevo viaje. Esta valiosa obra de arte heredada, que originalmente yacía tranquilamente en una bóveda con temperatura y humedad controladas, como un noble durmiente, aunque tiene un valor incalculable, parecía un poco aislada del mundo. Sin embargo, cuando fue "tokenizada" con éxito, la pintura pareció renacer.
Este proceso va mucho más allá de una simple digitalización. Instituciones de certificación profesionales están presentes en el lugar, realizando una evaluación exhaustiva de la autenticidad de la obra y su estado de conservación, y emitiendo un informe autoritativo. Esta información clave, junto con los datos de alta resolución de la obra y la prueba de propiedad, se registra de forma permanente en la cadena de bloques tras ser encriptada. Posteriormente, la obra se transfiere a una bóveda profesional regulada, donde se mantiene bajo los más altos estándares de custodia.
En este momento, el propietario de la obra de arte recibe un NFT que representa una parte de la propiedad. Este NFT no es solo una imagen digital, sino más bien una llave digital que da acceso al valor de la obra de arte. El propietario decide vender el 30% de la participación para recaudar fondos. A nivel mundial, coleccionistas e inversores participan rápidamente en las pujas. Al final, un comprador de Europa y un inversor de Singapur logran adquirir estas participaciones. Todo el proceso de transacción es claramente visible en la blockchain, los fondos se reciben de inmediato y la obra de arte física sigue almacenada de forma segura en la bóveda.
El propietario miró los fondos en su cuenta, así como los tokens que representaban su 70% de propiedad, sintiéndose satisfecho. La pesada llave del antiguo depósito físico se había convertido en una llave digital que podía circular libremente en todo el mundo. En ese momento, sintió profundamente que esta herencia realmente había cobrado nueva vida en la sociedad contemporánea.
Esta innovadora forma de gestión y comercio de obras de arte no solo aumenta la liquidez, sino que también mejora la transparencia y la seguridad. Inyecta nueva vitalidad a las obras de arte tradicionales, permitiéndoles adaptarse mejor a la era de la economía digital, al mismo tiempo que abre nuevas posibilidades para la colección e inversión en obras de arte.
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MEVHunter_9000
· hace4h
¡Arte en cadena, delicioso!
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ser_ngmi
· hace4h
¡NFT es la mejor forma de jugar!
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CodeAuditQueen
· hace4h
¿Dónde está el contrato NFT? Déjame revisarlo.
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NFTFreezer
· hace4h
La encriptación artística merece la pena invertir.
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OnchainSniper
· hace4h
Las montañas y ríos de nuestros antepasados se han convertido en NFT.
En esta era digital, una antigua pintura de paisajes de la dinastía Ming ha comenzado su nuevo viaje. Esta valiosa obra de arte heredada, que originalmente yacía tranquilamente en una bóveda con temperatura y humedad controladas, como un noble durmiente, aunque tiene un valor incalculable, parecía un poco aislada del mundo. Sin embargo, cuando fue "tokenizada" con éxito, la pintura pareció renacer.
Este proceso va mucho más allá de una simple digitalización. Instituciones de certificación profesionales están presentes en el lugar, realizando una evaluación exhaustiva de la autenticidad de la obra y su estado de conservación, y emitiendo un informe autoritativo. Esta información clave, junto con los datos de alta resolución de la obra y la prueba de propiedad, se registra de forma permanente en la cadena de bloques tras ser encriptada. Posteriormente, la obra se transfiere a una bóveda profesional regulada, donde se mantiene bajo los más altos estándares de custodia.
En este momento, el propietario de la obra de arte recibe un NFT que representa una parte de la propiedad. Este NFT no es solo una imagen digital, sino más bien una llave digital que da acceso al valor de la obra de arte. El propietario decide vender el 30% de la participación para recaudar fondos. A nivel mundial, coleccionistas e inversores participan rápidamente en las pujas. Al final, un comprador de Europa y un inversor de Singapur logran adquirir estas participaciones. Todo el proceso de transacción es claramente visible en la blockchain, los fondos se reciben de inmediato y la obra de arte física sigue almacenada de forma segura en la bóveda.
El propietario miró los fondos en su cuenta, así como los tokens que representaban su 70% de propiedad, sintiéndose satisfecho. La pesada llave del antiguo depósito físico se había convertido en una llave digital que podía circular libremente en todo el mundo. En ese momento, sintió profundamente que esta herencia realmente había cobrado nueva vida en la sociedad contemporánea.
Esta innovadora forma de gestión y comercio de obras de arte no solo aumenta la liquidez, sino que también mejora la transparencia y la seguridad. Inyecta nueva vitalidad a las obras de arte tradicionales, permitiéndoles adaptarse mejor a la era de la economía digital, al mismo tiempo que abre nuevas posibilidades para la colección e inversión en obras de arte.