El gobierno federal de los Estados Unidos entró en un estado de paralización a las 12:00 a.m. del 1 de octubre, lo que representa una situación que no se había visto en siete años. La paralización obligará a numerosos empleados federales a tomarse vacaciones sin sueldo, algunos servicios públicos pueden suspenderse o sufrir latencia, y la publicación de datos económicos también se verá afectada.

La causa directa de esta paralización es la divergencia entre los dos partidos en Estados Unidos sobre el seguro médico y los temas de bienestar, lo que impidió llegar a un acuerdo sobre un nuevo proyecto de ley de asignaciones temporales. Normalmente, el Congreso elabora anualmente detallados proyectos de ley de gastos para la mayoría de las agencias federales, pero dado que este proceso a menudo no se completa antes del inicio del año fiscal, los legisladores recurren a proyectos de ley de gastos temporales para mantener en funcionamiento al gobierno.

Sin embargo, el proyecto de ley de gastos temporales expiró el 30 de septiembre, y los republicanos y demócratas no lograron llegar a un consenso sobre la extensión, lo que llevó a que varios departamentos gubernamentales no pudieran continuar operando debido a la falta de fondos. A pesar de esto, algunas agencias y servicios clave seguirán operando:

1. La Seguridad Social mantendrá la normalidad en el pago de pensiones y subsidios por discapacidad, pero aproximadamente el 12% del personal será suspendido, lo que llevará a la pausa de actividades de promoción relacionadas.

2. La concesión de subsidios para el programa de Medicare y Medicaid no se verá afectada.

3. El programa de asistencia alimentaria más grande de Estados Unidos, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), continuará en funcionamiento.

Este cierre del gobierno destaca nuevamente las contradicciones y desafíos en el sistema político de Estados Unidos. No solo afecta el funcionamiento diario del gobierno, sino que también puede tener un impacto directo en la vida de la población. A medida que el cierre se prolonga, todas las partes enfrentarán una presión creciente, y se necesitará encontrar soluciones rápidamente para garantizar el funcionamiento normal de los servicios gubernamentales y la estabilidad del desarrollo económico del país.