El primer contrato de futuros del mundo, (futures contract), se llevó a cabo en Japón en el siglo XVII. Los contratos de futuros de arroz que comenzaron en la Bolsa de Arroz de Dojima en Osaka en la década de 1730 sentaron las bases de los mercados de futuros modernos.

En este sistema, los comerciantes y agricultores intentaban cubrir sus riesgos al acordar un precio específico para la entrega futura del arroz. Estos futuros en Japón funcionaban con contratos estandarizados y un sistema de bolsa organizado. Todos los futuros en los mercados financieros actuales se han construido sobre el modelo de futuros de arroz.