Datos analizados por el investigador de Web3 OnchainLens con la ayuda de la plataforma analítica Arkham Intelligence, muestran que las billeteras asociadas con la violación de LuBian de 2020 han movido un total de 15,959 BTC a cuatro direcciones recién creadas.

Estas transacciones se dividen en cuatro grandes transferencias: dos de aproximadamente 4,999 BTC ( con un valor de alrededor de $540 millones cada una ), seguidas de transferencias de 3,424 BTC y 2,535 BTC, respectivamente con un valor de alrededor de $370 millones y $274 millones.
Una de las mayores robos de criptomonedas vuelve a la superficie
LuBian – un pool de minería chino que pasó de ser desconocido a ganar popularidad repentinamente, antes de colapsar – estuvo en el centro de uno de los robos de criptomonedas más grandes de la historia. Según informes de 2020, alrededor de 127,426 BTC fueron drenados del pool – una suma colosal, valorada en $3.5 mil millones en ese momento y más de $14 mil millones a los precios de mercado actuales.
El incidente reveló serias debilidades en la forma en que los pools de minería más pequeños o semi-privados gestionan sus operaciones fiduciarias. La débil gestión interna y las prácticas financieras opacas crearon condiciones para abusos a gran escala que permanecieron sin ser detectados durante años.
Todas las miradas de nuevo sobre la blockchain
Los últimos movimientos en la cadena han vuelto a despertar el interés entre los analistas de blockchain. Los observadores están atentos a si las nuevas carteras consolidarán sus fondos, comenzarán a transferirlos a direcciones asociadas con intercambios, o intentarán ocultar sus rastros a través de mezcladores, una táctica común para lavar criptomonedas robadas.
A pesar de que por ahora no hay conexiones confirmadas con exchanges, la magnitud y sincronización de las transacciones sugieren una coordinación cuidadosamente planificada, y no una redistribución rutinaria de activos "dormidos".

El caso de LuBian sigue siendo un ejemplo representativo de los riesgos del almacenamiento centralizado en el sector minero y un recordatorio de que incluso los tokens robados, que permanecen inactivos durante años, raramente permanecen ocultos para siempre.