Bitcoin se mantiene alrededor de $109,000 el 23 de octubre, mientras los traders observan un rango de precios que se estrecha y una creciente tensión en el mercado.

Los analistas de BRN y QCP Capital señalan que el activo ya se mueve en un rango frágil, donde incluso pequeños cambios pueden provocar reacciones bruscas.
Según los datos del mercado, BTC ha perdido más del 3% en el último mes, manteniéndose principalmente entre $107,200 y $109,500. Los rechazos constantes alrededor del nivel de $113,000 han fomentado la realización de ganancias, dejando la zona de soporte en $108,000 como un límite clave. Si se rompe, los analistas advierten sobre posibles caídas hacia $104,500 o incluso por debajo de $100,000, como predijo recientemente Standard Chartered.
Los traders de opciones también han entrado en una fase más volátil. Las posiciones abiertas en contratos de BTC alcanzaron nuevos máximos, pero la acumulación de exposiciones put significa que los dealers mantienen posiciones de gamma corta significativas. Esta estructura, según los analistas, puede aumentar rápidamente la volatilidad ante cambios en el precio, provocando saltos repentinos o caídas bruscas en torno a los niveles de strike críticos.
Las tendencias institucionales siguen siendo mixtas. Los ETF de contado sobre Bitcoin reportaron salidas de alrededor de $101 millones el martes, mientras que los productos sobre Ethereum perdieron otros $19 millones. Los datos sugieren una pausa en el interés institucional después de varias semanas de flujos entrantes irregulares.
La incertidumbre macroeconómica aumenta la presión. Dado que la mayoría de los datos del gobierno de EE. UU. están retrasados debido al cierre prolongado, los inversores ahora centran su atención en la publicación del IPC el viernes. Un resultado más débil de lo esperado podría revivir el optimismo, mientras que un informe más alto podría acelerar las ventas de activos de riesgo.
Por el momento, Bitcoin parece estar "atrapado" en lo que los analistas describen como una "fase de prueba de confianza", donde los tenedores a largo plazo están reduciendo sus posiciones, mientras las instituciones continúan acumulando cuidadosamente a través de ETFs y instrumentos de reserva. El resultado, según ellos, es un mercado lateral - uno que puede seguir siendo volátil hasta que aparezca un claro catalizador macroeconómico o de liquidez.