Piensa en esto por un segundo.

La fortuna entera de alguien—$116 BILLONES en criptomonedas—está detrás de solo 24 palabras aleatorias. Eso es todo. Sin bóveda bancaria, sin escáner biométrico, sin autenticación de dos factores enviando códigos a tu teléfono. Solo un conjunto de palabras cotidianas que cualquiera podría adivinar técnicamente.

Salvaje, ¿verdad?

Esta es la realidad de las frases semilla. Son la clave maestra de la riqueza digital, y lo único que separa a un hacker de miles de millones es la probabilidad astronómicamente baja de adivinar la combinación correcta.

Claro, las matemáticas dicen que es prácticamente imposible—como encontrar un átomo específico en el universo observable. Pero aún así... ¿saber que tanto valor depende de 24 palabras? Te hace pensar dos veces sobre cómo aseguramos los activos digitales.