El proyecto FIL, para ser honesto, resulta bastante frustrante. Desde su pico de más de 200 dólares hasta 1.2, ha caído constantemente durante cinco años. Ahora los mineros ya no quieren empaquetar nuevos datos, y el ecosistema está prácticamente en estado de semi-parálisis.

Hace poco, de repente subió a 3.9, ¿y qué pasó? Ahora ha vuelto a caer a 2.4. Algunos dicen que esto es una "subida para que la gente entre", pero yo lo veo más como un reflejo de una luz que se apaga. Mira esta tendencia: rebotes débiles, volumen de transacciones escaso, y tampoco hay mejoras significativas en los fundamentos.

Con la tendencia actual, no sería sorprendente que siga bajando hasta unos pocos centavos de dólar. La competencia en el sector de almacenamiento distribuido es demasiado feroz, y la ventaja de haber sido pionero en FIL ya se ha agotado. El mercado no pagará por la nostalgia; los datos y el ecosistema son la verdadera clave. ¿Entrar ahora? Evalúa bien los riesgos.