Cuando estás en dificultades, solo hay dos tipos de personas que te ayudan: las que te dan dinero para resolver el problema y las que se involucran personalmente para solucionarlo. Fuera de eso, todas las demás personas bienintencionadas son solo actores. Enfrentando la dura realidad, si realmente hay alguien que sabe tu situación difícil y aún se atreve a meterse en este lío, esa es la persona a la que debes tratar con sinceridad y corazón.