Esta semana no ha sido fácil para el oro. Justo saliendo del charco de sangre del "Black Friday", las nóminas no agrícolas de Estados Unidos (NFP) están listas para dar otro golpe.

En este momento, lo más tenso del mercado es este "primer informe de nóminas no agrícolas de Estados Unidos (NFP) después de la paralización". Antes, el cierre del gobierno dejó los datos económicos en blanco, y ahora, este informe reemitido, decide directamente si la Reserva Federal bajará las tasas de interés en diciembre.

¿Y si los datos no son buenos? El mercado apostará de inmediato a una reducción de tasas, y se estima que el oro podría alcanzar los 4250 dólares;
¿Y si los datos son demasiado fuertes? El tono agresivo podría imponerse, y el precio del oro podría tener que retroceder al nivel de soporte de 4150 dólares para probar la temperatura.

Al mirar hacia atrás en el "Viernes Negro", varios funcionarios de la Reserva Federal adoptaron una postura agresiva, y las expectativas de recortes de tasas se enfriaron de inmediato, lo que provocó una caída de más de 100 dólares en el oro en un solo día, y las bolsas de valores globales también sufrieron. En pocas palabras, fue la "inversión de expectativas" la que asustó al capital.

Además de la bomba de tiempo que son las nóminas no agrícolas de Estados Unidos (NFP), también hay que estar atentos a la situación entre Rusia y Ucrania, a las nuevas sanciones de Canadá contra Rusia, y a ese montón de problemas fiscales en Estados Unidos, como el fallo del caso de aranceles ( y demás ). Todas estas variables están influyendo en la propiedad de refugio del oro: después de todo, en tiempos de caos se compra oro, esa frase no es simplemente una expresión.