La actual corrección de las acciones estadounidenses difiere de la caída rápida provocada por la guerra arancelaria de abril. En esta ocasión, carece de un evento desencadenante único y se atribuye a la burbuja de IA, que amplifica las altas tasas de desempleo, la presión inflacionaria, el apalancamiento alto y la posibilidad de que la Reserva Federal no reduzca los tipos de interés, entre otras razones, lo que provoca una caída masiva en las acciones tecnológicas.

Aunque los resultados financieros de Nvidia superaron las expectativas, no lograron disipar las dudas sobre la burbuja de IA. El sector tecnológico de EE. UU. lideró las caídas, con instituciones vendiendo en masa. Ray Dalio, fundador de Bridgewater, declaró públicamente que el mercado ciertamente presenta una burbuja. El mercado alcista de corto plazo en EE. UU. es largo y el mercado bajista es breve, por lo que en el corto plazo podría seguir siendo presionado hasta que los resultados empresariales igualen las expectativas del mercado.