De los 27 a los 35, estos ocho años los he dedicado por completo al trading. Ahora tengo una cuenta de ocho cifras, y cuando me alojo en hoteles, básicamente empiezo por los de dos mil euros la noche. No lo digo para presumir, solo quiero decir una verdad: comparado con los de mi edad que abren fábricas o hacen e-commerce, matándose de trabajar, mi camino ha sido mucho más relajado.
¿Esperar cambiar tu vida solo con el sueldo? Hace diez años que vi que eso no era posible. Me lancé de cabeza al mercado, llegué a perder tanto que dudé de todo, incluso he tenido liquidaciones completas, pero aguantando hasta ahora puedo decir que me he estabilizado.
He visto mercados alcistas y he sobrevivido a los bajistas. Las subidas y bajadas bruscas ya ni me afectan. Sobrevivir no es cuestión de tener una técnica impresionante, sino de saber cuándo hay que quedarse quieto y cuándo hay que actuar.
Te pongo un ejemplo. Esas monedas que suben como locas y luego bajan muy despacio, ni se te ocurra perseguirlas. Es típico de los grandes jugadores acumulando, poco a poco cavando una trampa. Por el contrario, si después de un desplome hay un pequeño rebote sin fuerza, tampoco te hagas ilusiones de comprar en el suelo: lo más probable es que los grandes estén vendiendo en la parte alta, fingiendo para que tú te quedes atrapado.
Hay quien ve mucho volumen en la cima y sale corriendo, pero no siempre es el final; a veces es solo el último empujón de los grandes. Pero si el precio sube mucho y el volumen se reduce, esa sí es la señal real: si no sales entonces, prepárate para ser quien se quede con el marrón.
Tampoco te precipites cuando veas mucho volumen en el fondo. Muchas veces es una trampa para atraer compradores. Si de verdad quieres entrar, observa si durante varios días el volumen sigue alto y el precio no cae, ahí es cuando es momento de entrar.
En resumen, el trading de criptomonedas es un juego de emociones. El mercado sigue las emociones, y las emociones se ven en el volumen. Cuando tú tienes ganas de lanzarte, los grandes ya están saliendo; cuando tú tienes miedo y quieres huir, ellos ya están preparados.
En este sector siempre se reparten los mismos tipos de gente. Los que se quedan en cero no es que no tengan talento, es que no pueden dejar de operar. Todos esos que sueñan con hacerse ricos de un solo movimiento, el mercado se encarga de darles una lección.
Yo no me considero un genio, pero siempre estoy revisando y ajustando. El dinero que he ganado no es cuestión de suerte, sino de tropezar una y otra vez, y de ajustar mi estrategia. ¿Vivir de ilusiones, de grupos de señales, de suerte? No aguantas ni medio año.
Ahora uso IA para analizar datos, pruebo modelos de estrategia y sigo el ritmo para aprovechar las subidas y bajadas. En el mundo cripto nunca faltan oportunidades, lo que falta es gente que sepa verlas.
¿Quieres ganar más? Aprende a analizar por ti mismo. Hoy en día, los que siguen operando por intuición, básicamente, lo pasan mal.
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De los 27 a los 35, estos ocho años los he dedicado por completo al trading. Ahora tengo una cuenta de ocho cifras, y cuando me alojo en hoteles, básicamente empiezo por los de dos mil euros la noche. No lo digo para presumir, solo quiero decir una verdad: comparado con los de mi edad que abren fábricas o hacen e-commerce, matándose de trabajar, mi camino ha sido mucho más relajado.
¿Esperar cambiar tu vida solo con el sueldo? Hace diez años que vi que eso no era posible. Me lancé de cabeza al mercado, llegué a perder tanto que dudé de todo, incluso he tenido liquidaciones completas, pero aguantando hasta ahora puedo decir que me he estabilizado.
He visto mercados alcistas y he sobrevivido a los bajistas. Las subidas y bajadas bruscas ya ni me afectan. Sobrevivir no es cuestión de tener una técnica impresionante, sino de saber cuándo hay que quedarse quieto y cuándo hay que actuar.
Te pongo un ejemplo. Esas monedas que suben como locas y luego bajan muy despacio, ni se te ocurra perseguirlas. Es típico de los grandes jugadores acumulando, poco a poco cavando una trampa. Por el contrario, si después de un desplome hay un pequeño rebote sin fuerza, tampoco te hagas ilusiones de comprar en el suelo: lo más probable es que los grandes estén vendiendo en la parte alta, fingiendo para que tú te quedes atrapado.
Hay quien ve mucho volumen en la cima y sale corriendo, pero no siempre es el final; a veces es solo el último empujón de los grandes. Pero si el precio sube mucho y el volumen se reduce, esa sí es la señal real: si no sales entonces, prepárate para ser quien se quede con el marrón.
Tampoco te precipites cuando veas mucho volumen en el fondo. Muchas veces es una trampa para atraer compradores. Si de verdad quieres entrar, observa si durante varios días el volumen sigue alto y el precio no cae, ahí es cuando es momento de entrar.
En resumen, el trading de criptomonedas es un juego de emociones. El mercado sigue las emociones, y las emociones se ven en el volumen. Cuando tú tienes ganas de lanzarte, los grandes ya están saliendo; cuando tú tienes miedo y quieres huir, ellos ya están preparados.
En este sector siempre se reparten los mismos tipos de gente. Los que se quedan en cero no es que no tengan talento, es que no pueden dejar de operar. Todos esos que sueñan con hacerse ricos de un solo movimiento, el mercado se encarga de darles una lección.
Yo no me considero un genio, pero siempre estoy revisando y ajustando. El dinero que he ganado no es cuestión de suerte, sino de tropezar una y otra vez, y de ajustar mi estrategia. ¿Vivir de ilusiones, de grupos de señales, de suerte? No aguantas ni medio año.
Ahora uso IA para analizar datos, pruebo modelos de estrategia y sigo el ritmo para aprovechar las subidas y bajadas. En el mundo cripto nunca faltan oportunidades, lo que falta es gente que sepa verlas.
¿Quieres ganar más? Aprende a analizar por ti mismo. Hoy en día, los que siguen operando por intuición, básicamente, lo pasan mal.