Diez años de rumores: ¿por qué es tan fácil ser engañado en el mundo cripto?

El 3 de agosto, First Squawk volvió a difundir el rumor de que “China prohíbe oficialmente el comercio de criptomonedas”, lo que ya se ha convertido en un chiste cíclico en el mundo cripto. Pregúntale a Grok: ¿Cuántas veces ha prohibido China las criptomonedas realmente?

Hay que decirlo: las noticias falsas en el mundo cripto han evolucionado de bromas amateurs a manipulaciones a nivel profesional:

2017: Alguien en 4chan dijo que Vitalik había muerto, sin pruebas ni detalles, y el ETH cayó de 317 a 216 dólares (-32%). Vitalik luego publicó un tuit con un número de bloque para demostrar que estaba vivo, pero el dinero de los fans no volvió.

2018: Business Insider filtró que Goldman Sachs abandonaba su mesa de operaciones de criptomonedas y el mercado colapsó. Al día siguiente, el CFO de Goldman Sachs desmintió la noticia diciendo que era falsa, pero en 24 horas ya se habían liquidado posiciones por varios miles de millones de dólares.

2021: Alguien publicó una noticia falsa en un portal diciendo que Walmart iba a aceptar Litecoin, y LTC subió un 30%. Los manipuladores detrás de la noticia habían comprado opciones call previamente y ganaron una fortuna. Luego se descubrió que era una estafa cuidadosamente planificada.

2023: Cointelegraph, por querer ser el primero, publicó sin verificar que “la SEC aprueba el ETF de Bitcoin spot de BlackRock”, y el BTC subió instantáneamente de 27.900 a 30.000 dólares. Resultó ser una noticia falsa, y se liquidaron posiciones cortas por más de 800.000 dólares.

Ahora el modus operandi es muy profesional: desde el registro de dominios, la falsificación de notas de prensa, la elección del momento de publicación, hasta movilizar a grandes influencers para que lo difundan… Cada paso está calculado al milímetro, es puro crimen organizado.

La clave es: mientras haya suficiente gente que crea que las noticias falsas afectan al precio, realmente afectarán al precio. Por eso el mundo cripto siempre oscila entre ser inmune a las fake news y ser víctima de ellas.