Grandes noticias en el ámbito de las finanzas tradicionales: el Banco Central Europeo y el Banco de la Reserva de la India acaban de poner en marcha la primera fase de la interconexión de sus sistemas de pagos nacionales. No se trata solo de trámites burocráticos. Estamos hablando de dos grandes economías construyendo puentes de pago directos, lo que podría eliminar a los intermediarios que han dominado las transacciones transfronterizas durante décadas.

¿Qué lo hace interesante? El momento. A medida que las CBDC ganan tracción y las capas de liquidación basadas en blockchain maduran, los bancos centrales se apresuran a modernizar la infraestructura heredada. Esta conexión BCE-RBI podría eventualmente competir con—o complementar—las redes de pago descentralizadas. Piénsalo: tiempos de liquidación más rápidos, menos fricción para el comercio internacional y un modelo que otros bancos centrales podrían copiar.

¿El ángulo cripto? Si los sistemas tradicionales se vuelven lo suficientemente eficientes, elevarán el listón de lo que las soluciones de pago DeFi deben ofrecer. Pero también valida la tesis principal: que los modelos anticuados de banca corresponsal están muriendo. Si ese futuro será centralizado, descentralizado o híbrido, aún es una incógnita.