Te hago una pregunta dura: ¿en este mercado, realmente operas o estás apostando tu vida?
Dos tipos de personas, dos formas de vivir— Primera: el tipo que aguanta hasta la muerte. No sale con pérdidas flotantes, se aferra a la posición, y al final acaba liquidado. Segunda: el jugador financiero. Marca una línea de toma de beneficios (1-5% de la cuenta), y cuando llega, se va sin dudar.
Hablemos de la liquidación. Pensad en aquella operación: ¿en algún momento recuperaste parte de las pérdidas? ¿Por qué no saliste cuando volviste a verde? La respuesta es sencilla: querías ganar un poco más, pensabas que el mercado se iba a girar. En resumen: avaricia.
A mí me ha pasado dos veces. Dos veces aguantando, dos veces liquidado: causa y efecto, no se puede escapar. El dicho es cierto: los budas temen sembrar causas, los mortales temen cosechar consecuencias.
Ahora estoy puliendo de nuevo un sistema de trading, con el objetivo de eliminar el juego y volver a un ritmo de operativa normal. ¿Alguien quiere escuchar los detalles? La próxima vez puedo explicar cómo pasar de ser un jugador compulsivo a un operador profesional—al fin y al cabo, nadie quiere que le critiquen a sus espaldas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Te hago una pregunta dura: ¿en este mercado, realmente operas o estás apostando tu vida?
Dos tipos de personas, dos formas de vivir—
Primera: el tipo que aguanta hasta la muerte. No sale con pérdidas flotantes, se aferra a la posición, y al final acaba liquidado.
Segunda: el jugador financiero. Marca una línea de toma de beneficios (1-5% de la cuenta), y cuando llega, se va sin dudar.
Hablemos de la liquidación. Pensad en aquella operación: ¿en algún momento recuperaste parte de las pérdidas? ¿Por qué no saliste cuando volviste a verde? La respuesta es sencilla: querías ganar un poco más, pensabas que el mercado se iba a girar. En resumen: avaricia.
A mí me ha pasado dos veces. Dos veces aguantando, dos veces liquidado: causa y efecto, no se puede escapar. El dicho es cierto: los budas temen sembrar causas, los mortales temen cosechar consecuencias.
Ahora estoy puliendo de nuevo un sistema de trading, con el objetivo de eliminar el juego y volver a un ritmo de operativa normal. ¿Alguien quiere escuchar los detalles? La próxima vez puedo explicar cómo pasar de ser un jugador compulsivo a un operador profesional—al fin y al cabo, nadie quiere que le critiquen a sus espaldas.