Mucha gente me pregunta cómo mirar el gráfico para perder menos dinero. En realidad, la respuesta no es tan misteriosa: aprende a observar la misma cosa en diferentes marcos temporales y verás claro el rumbo.

El método que yo mismo he usado durante más de tres años lo llamo el "método de los tres filtros". Suena técnico, pero en esencia es: primero mira la tendencia general, luego identifica los niveles clave y, por último, afina el momento para entrar.

**Empecemos por el gráfico de 4 horas, que es donde se marca la pauta.**

Debes saber si tienes que posicionarte en largo o en corto. Cuatro horas es un marco lo bastante amplio, con poco ruido, y la tendencia se ve clara: si los máximos y mínimos suben juntos, compra en retrocesos; si bajan juntos, vende en rebotes; si el precio se mueve lateralmente, mejor no hacer nada. Seguir la tendencia te da ventaja; ir en contra es regalar el dinero.

**Luego observa el gráfico de 1 hora, que es donde se marcan los puntos clave.**

Una vez fijada la dirección, hay que buscar el rango de precios concreto. Vigila los máximos y mínimos anteriores, líneas de tendencia, medias móviles... Cuando el precio se acerque a esos niveles, estate atento: busca señales de giro como velas envolventes o mechas largas, fíjate si hay divergencias en los indicadores técnicos y si el volumen acompaña. Las rupturas sin volumen suelen ser falsas, no te precipites.

**Por último, usa el gráfico de 15 minutos, que es el momento de apretar el gatillo.**

Si la tendencia es correcta y el rango está definido, solo falta que el gráfico de 15 minutos confirme la entrada: una vela de giro a corto plazo o un aumento repentino de volumen. Entonces entra, pon el stop loss ajustado (dentro del 1,5%-2%) y no te dejes arrastrar por las sacudidas.

Recuerda una cosa: **cuando los distintos marcos temporales se contradicen, lo más seguro es estar fuera del mercado.**

No tienes que operar siempre; el mercado no se va a ir porque no operes. Los marcos cortos se mueven rápido: operar sin stop loss es ir desnudo; solo haz operaciones a favor de la tendencia y no luches contra tu propia esperanza.

He seguido este proceso durante más de tres años. No se trata de predecir el mercado, sino de esperar a que el mercado se defina. Las velas no mienten; lo que te engaña son tus propias emociones y fantasías.

Convertir unos pocos miles en varias decenas de miles no es técnicamente difícil; la clave es si estás dispuesto a vigilar el mercado, repasar tus operaciones y esperar esa oportunidad realmente clara. El mercado siempre estará ahí, pero la paciencia no la tiene cualquiera.