Los datos de encriptación solo tienen sentido cuando son seguros y utilizables. Este es el punto que encuentro bastante interesante en el ACL del Protocolo Zama: convierte el ciphertext en FHEVM de "un bloque de piedra inviolable" en un activo que puede operar dentro del rango permitido.

ACL permite establecer derechos de acceso y derechos de cálculo para cada dirección o contrato, al igual que una capa de permisos dedicada a los datos de encriptación. Lo que valoro es el modelo "calculable pero no descifrable", que permite a aplicaciones como juegos, agentes de IA, aplicaciones sociales... procesar datos de usuarios mientras mantienen la completa confidencialidad.

Otro punto destacado es el acceso transitorio. Con Web3 en la actualidad, optimizar el gas es un problema complicado, pero ACL permite otorgar permisos temporales sin necesidad de almacenamiento a largo plazo, lo cual es bastante adecuado para tareas cortas o procesos de múltiples pasos.

En general, ACL parece ser la pieza que falta para que FHE no sea solo una teoría, sino que se convierta en una tecnología práctica en los contratos inteligentes. Creo que si comenzamos a tener más demostraciones en la práctica, esto podría ser una de las direcciones que abran la generación de aplicaciones "privacidad por defecto".

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