A sus 81 años, acaba de sentarse en el trono de los más ricos, pero aún está hablando de su quinto matrimonio.

Larry Ellison ha ganado notoriedad recientemente, superando a Elon Musk en 8 mil millones de dólares en riqueza.

El 10 de septiembre, el fundador de Oracle vio aumentar su fortuna en más de cien mil millones de dólares en un solo día, convirtiéndose oficialmente en la persona más rica del mundo. Es un poco irónico decirlo: no se hizo rico gracias a un nuevo invento, sino que en esta ola de infraestructura de IA, encontró una segunda oportunidad utilizando la tecnología de bases de datos de hace 40 años.

Oracle y OpenAI firmaron un contrato de cinco años por 300 mil millones de dólares, y las acciones subieron un 40% en un solo día, lo cual es el aumento más fuerte desde 1992. El mercado está emocionado, los inversores están apostando: ¿cómo es que este “relicario” aplastado por AWS y Azure ha vuelto a la vida?

La respuesta es simple: la era de la IA necesita infraestructura, y las bases de datos empresariales son precisamente el negocio de vender palas.

Pero lo más increíble de este tipo no es que haga negocios. A los 81 años sigue enamorado, acaba de casarse con una mujer de origen asiático 47 años más joven que él. Anteriormente, apoyó competiciones de vela y tenis, compró el 98% de la tierra en Hawái y estableció un centro de investigación sobre el cáncer…

Las personas de Silicon Valley dicen que es raro: por un lado, vive en un lujo extremo, y por otro, es extremadamente disciplinado. Practica durante varias horas al día, solo bebe agua y té verde, y su piel se ve veinte años más joven que la de sus contemporáneos. Casi muere surfeando, pero sigue surfeando; este tipo simplemente no puede estar quieto.

El hijo David adquirió Paramount (Hollywood) por 8 mil millones de dólares, y también anunció junto a Masayoshi Son y Sam Altman un proyecto de centro de datos de IA de 500 mil millones de dólares en la Casa Blanca. El padre controla Silicon Valley, el hijo controla Hollywood, conectando de manera tangible los imperios de la tecnología y los medios.

Algunos dicen que Ellison es como un eterno surfista: siempre en la cresta de la ola, ya sea en el ámbito amoroso o en el centro del poder, siempre persiguiendo la emoción. La posición del hombre más rico del mundo podría cambiar pronto, pero en este momento, él ha demostrado a todos: la vieja guardia de los magnates tecnológicos aún no ha terminado en la era de la IA, y podrían ser los mayores ganadores.