El sudeste asiático se está convirtiendo en un foco de algo siniestro. ¿Camboya? Se ha transformado silenciosamente en el epicentro de operaciones de telefraude y sofisticadas estafas cibernéticas. Hablamos de redes organizadas, no solo hackers aleatorios en sótanos. La infraestructura existe, las lagunas regulatorias son enormes y estas operaciones se están volviendo cada vez más audaces. Para cualquiera en el sector cripto, esto importa—¿adivinas a quiénes apuntan muchas de estas estafas? Exacto, a nuestro ámbito. Falsos exchanges, estafas tipo pig butchering, todo el repertorio. Mantente alerta ahí fuera.