La tarde del 3 de diciembre de 2025, una noticia sacudió el mundo cripto: un exlíder estadounidense iba a pronunciar un discurso nacional. ¿El resultado? El precio de Bitcoin osciló más de 3.000 dólares en una hora. Sinceramente, este tipo de escenas ya no sorprenden, pero siempre hay quienes terminan pillados por sorpresa.

Si repasamos el pasado, está claro que las declaraciones de este personaje siempre generan revuelo. Tras aquel incidente inesperado de julio de 2024, BTC se disparó un 3% en un solo día y superó los 60.000 dólares; en enero de 2025 lanzó la meme coin TRUMP, lo que provocó una avalancha de capital hacia las altcoins, mientras que las principales criptomonedas sufrieron salidas de fondos. ¿No es surrealista este mercado?

La situación actual es aún más delicada. Últimamente, ha mostrado su apoyo al sector cripto con frecuencia e incluso ha insinuado la creación de una “reserva nacional de Bitcoin”. Si en este discurso insinúa una relajación regulatoria, el mercado podría volverse eufórico. Pero si cambia de tono y menciona posibles restricciones, es probable que aumente la presión vendedora a corto plazo.

**¿Qué deben hacer los minoristas? No te asustes, mantén la calma**

Primera regla: no persigas las tendencias. Los movimientos provocados por acontecimientos políticos son tan rápidos como efímeros; la mayoría no logra acertar el momento de compra o venta. En vez de apostar, observa cómo afectan realmente las políticas a la tendencia a largo plazo.

Segunda regla: conserva liquidez. Mantén al menos un 50% en efectivo o stablecoins; no cargues toda tu posición. Los datos lo demuestran: durante eventos importantes, las cuentas con alto apalancamiento ven su tasa de liquidación dispararse hasta un 40%. En estos momentos, enfrentarse de lleno al mercado no solo te cuesta dinero, sino la salud.

Tercera regla: sigue los movimientos de fondo. Si realmente menciona cosas como “reserva nacional de Bitcoin” o “relajación de la regulación”, puede ser una señal para posicionamientos a largo plazo. Pero recuerda: decirlo es una cosa, que se materialice es otra.

La volatilidad a corto plazo es la norma, pero no dejes que las emociones te dominen. El mercado siempre premia a quienes están preparados y saben esperar.