Un laureado con el Nobel de Física de este año acaba de hacer una observación interesante sobre la carrera de la computación cuántica. Según él, la brecha tecnológica entre los actores orientales y occidentales en este campo se está reduciendo más rápido de lo que muchos esperaban.

La computación cuántica ya no es solo una cuestión académica: está cobrando una importancia crucial para la criptografía, lo que impacta directamente en la seguridad de las blockchains. La potencia computacional de las máquinas cuánticas podría desafiar eventualmente los métodos de cifrado actuales que protegen los activos digitales.

¿Qué hace que este cambio sea notable? El ritmo. Aunque una región dominó la investigación cuántica en sus inicios, la fuerte inversión y la captación de talento en otras zonas están cambiando el panorama. Estamos presenciando una carrera tecnológica en la que los avances pueden transformar desde la validación de transacciones hasta la seguridad de las carteras.

Para quienes están inmersos en el mundo cripto, esto importa. Los algoritmos resistentes a la computación cuántica ya no son ciencia ficción: se están convirtiendo en prioridades urgentes de I+D. La carrera no es solo por ver quién construye la máquina más rápida, sino quién adapta antes su infraestructura.