El euro acaba de alcanzar su nivel más fuerte en seis semanas, y en realidad hay algunas noticias positivas detrás de este movimiento. Los datos económicos de la Eurozona han sido menos malos de lo esperado últimamente, lo que ha dado algo de confianza a los operadores. Además, los rumores de avances en la situación de Ucrania también están ayudando; cualquier indicio de reducción de las tensiones geopolíticas suele incentivar el apetito por el riesgo.

Mientras tanto, el dólar se está tomando un respiro y retrocede. Podría deberse a recogida de beneficios tras las recientes subidas, o quizá los mercados se estén reposicionando antes de nuevos datos macroeconómicos. En cualquier caso, movimientos de divisas como estos tienen efecto dominó en todo: renta variable, materias primas y sí, incluso activos digitales. Cuando los mercados tradicionales de divisas cambian, los flujos de liquidez también lo hacen, y eso suele traducirse en volatilidad cripto, tarde o temprano.

Habrá que estar atentos para ver si esta fortaleza del euro tiene recorrido o si es solo un rebote de alivio a corto plazo.