Parece que un importante proveedor de GPUs acaba de esquivar un obstáculo regulatorio. Se dice que los legisladores estadounidenses eliminaron a última hora una cláusula de restricción a la exportación de chips de su proyecto de ley de defensa. La propuesta habría limitado la venta de procesadores de IA de alto rendimiento a ciertos países — ya sabéis cuáles. Por ahora, la cadena de suministro de hardware sigue abierta. Esto es más importante de lo que la gente piensa: estos chips no solo entrenan chatbots, también alimentan rigs de minería e infraestructuras de validación. La incertidumbre regulatoria sobre el flujo de semiconductores ha estado sacudiendo las cadenas de suministro durante meses. Un obstáculo regulatorio menos significa que los traders algorítmicos y los operadores de nodos pueden respirar un poco más tranquilos. Aun así, esta batalla está lejos de terminar: los controles a la exportación suelen reaparecer bajo otras etiquetas.