El mercado laboral está sufriendo un golpe serio este año. Más de un millón de personas han perdido sus puestos en diversos sectores, según datos recientes de una firma de consultoría publicados el jueves.

¿Qué está impulsando esta oleada? Tres grandes culpables: los esfuerzos de reestructuración corporativa, el rápido avance de la inteligencia artificial que sustituye a roles humanos y las presiones económicas—especialmente esos vientos en contra relacionados con los aranceles que no dejan de acumularse.

El factor IA es especialmente interesante aquí. Ya no hablamos solo de automatización teórica. Empleos reales, personas reales, impacto real. Las empresas están apostando fuerte por soluciones tecnológicas como medidas de reducción de costes, y las cifras reflejan ese cambio.

Los aranceles tampoco ayudan. Las tensiones comerciales siguen reduciendo márgenes, obligando a las empresas a tomar decisiones difíciles respecto al tamaño de sus plantillas. Cuando los ingresos se reducen, la reducción de personal suele ser la consecuencia.