¿Recuerdas cuando solíamos seguir la inflación con el índice de la sopa Campbell? Eso prácticamente ha desaparecido ya. Pero fíjate en lo que está pasando en el norte: sus datos del IPC reflejan casi a la perfección ese gráfico clásico de la sopa. La cuestión no es si las cifras oficiales de inflación "mienten". ¿La verdadera historia? Los ajustes hedónicos en el cálculo del IPC ofrecen una imagen completamente distinta a la que muestran los cambios de precios en bruto. Cuando se tienen en cuenta las mejoras de calidad y los efectos de sustitución, en realidad se está midiendo algo fundamentalmente diferente.