Cuando todos aún especulaban sobre quién sería el próximo presidente de la Reserva Federal bajo Trump, él lo dejó claro directamente en la Casa Blanca: “Nuestro próximo presidente está aquí presente, gracias, Kevin.” —Todas las cámaras enfocaron a Kevin Hassett, ese economista de 63 años, sonrisa afable y cabellos entrecanos.
En ese instante, la sangre de Wall Street hirvió al máximo. Los mercados de predicción elevaron de inmediato la probabilidad de que Hassett tomara el cargo al 86%, el bitcoin subió más de un 6% en una noche, los futuros de las bolsas estadounidenses se dispararon y el dólar fue brutalmente vendido. El 2026, antes de empezar, ya se había vuelto loco.
1. ¿Quién es realmente Hassett? ¿Por qué la red entera lo llama el “dios de las bajadas de tipos”?
No lo imagines como un populista desbocado. Hassett es doctor por la Universidad de Pensilvania, fue economista interno en la Reserva Federal, investigador residente en el AEI (American Enterprise Institute), y presidente del CEA (Consejo de Asesores Económicos) durante el primer mandato de Trump. Ha escrito más de una decena de libros académicos y fue el alma de la reforma fiscal de 2017.
Sus etiquetas clave se resumen en tres conceptos:
Fanático del lado de la oferta (bajada de impuestos, desregulación, incentivar la inversión empresarial) Obsesionado con los tipos bajos (ha dicho públicamente “la Fed subió los tipos demasiado y demasiado rápido”) El cerebro económico en quien más confía Trump (lealtad total)
No viene a salvar el mercado, viene a “prenderle fuego”: usando bajadas de tipos e incentivos fiscales para disparar el crecimiento económico de EE. UU. hasta las cifras que Trump desea.
Primera fase: euforia a corto plazo (primer semestre de 2026) En cuanto Hassett asuma en mayo de 2026, el mercado celebrará por adelantado durante medio año:
Bajadas de tipos más rápidas y profundas que en la era Powell Sumadas a los “cheques para todos” de Trump y una segunda ronda de rebajas fiscales Bolsa, cripto, inmobiliario y materias primas al alza El sector cripto ya celebra: “¡Este es el presidente de la Fed más pro-cripto de la historia!”
Segunda fase: grietas a medio plazo (segundo semestre de 2026-2027) El dinero se presta demasiado fácil, pero la inflación empieza a asomar. El déficit fiscal ya supera los 30 billones, y el balance de la Fed sigue sin reducirse. Por muy dovish que sea Hassett, el margen es mucho menor que en 2020. El mercado empieza a preguntarse: “¿Esta vez será posible un aterrizaje suave?”
Tercera fase: apuesta final (2027-2028) O bien: la reforma del lado de la oferta funciona, la productividad de EE. UU. se dispara, la inflación se controla, y Trump y Hassett pasan a los libros de historia. O bien: la inflación se descontrola, la Fed se ve obligada a subir tipos de forma drástica, estallido de la burbuja de activos y una recesión peor que la de 2008.
El FOMC tiene 12 votos: el presidente solo uno, 7 gobernadores con mandatos de hasta 14 años, 5 presidentes regionales rotatorios; la estructura está pensada para frenar al presidente. A corto plazo, este cortafuegos puede frenar los impulsos “instrumentalizadores” de Hassett.
“El efecto presidente en la sombra”: desde ya, el mercado anticipa las intenciones de Trump, no los datos. El presidente de la Fed marca la agenda y tiene la voz pública, puede influir sutilmente en las expectativas de todo el comité. Lo más importante: el poder de nombramiento presidencial. Actualmente hay 4 vacantes en la junta; en cuatro años, Trump puede cambiar a la mayoría y convertir el FOMC poco a poco en “gente de su confianza”.
El ejemplo histórico más cruel: Arthur Burns en la era Nixon, también había contrapesos en el FOMC, ¿y qué pasó? En los 70 llegó la estanflación, la inflación subió al 14%, el dólar colapsó. El cortafuegos existe, pero cuando sopla el viento, también tiembla.
2026 es una “felicidad asegurada”. Se parece más a un Ferrari sin frenos, con Trump al volante y Hassett pisando el acelerador. Solo tienes dos opciones:
Abróchate el cinturón y corre con ellos: sobrepondera acciones de crecimiento, bitcoin, inmobiliario, oro, y disfruta toda la fiesta de 2026. Bájate antes de tiempo: guarda liquidez, compra TIPS, invierte en activos tangibles y espera el choque contra el muro.
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Cuando todos aún especulaban sobre quién sería el próximo presidente de la Reserva Federal bajo Trump, él lo dejó claro directamente en la Casa Blanca: “Nuestro próximo presidente está aquí presente, gracias, Kevin.” —Todas las cámaras enfocaron a Kevin Hassett, ese economista de 63 años, sonrisa afable y cabellos entrecanos.
En ese instante, la sangre de Wall Street hirvió al máximo. Los mercados de predicción elevaron de inmediato la probabilidad de que Hassett tomara el cargo al 86%, el bitcoin subió más de un 6% en una noche, los futuros de las bolsas estadounidenses se dispararon y el dólar fue brutalmente vendido. El 2026, antes de empezar, ya se había vuelto loco.
1. ¿Quién es realmente Hassett? ¿Por qué la red entera lo llama el “dios de las bajadas de tipos”?
No lo imagines como un populista desbocado. Hassett es doctor por la Universidad de Pensilvania, fue economista interno en la Reserva Federal, investigador residente en el AEI (American Enterprise Institute), y presidente del CEA (Consejo de Asesores Económicos) durante el primer mandato de Trump. Ha escrito más de una decena de libros académicos y fue el alma de la reforma fiscal de 2017.
Sus etiquetas clave se resumen en tres conceptos:
Fanático del lado de la oferta (bajada de impuestos, desregulación, incentivar la inversión empresarial)
Obsesionado con los tipos bajos (ha dicho públicamente “la Fed subió los tipos demasiado y demasiado rápido”)
El cerebro económico en quien más confía Trump (lealtad total)
No viene a salvar el mercado, viene a “prenderle fuego”: usando bajadas de tipos e incentivos fiscales para disparar el crecimiento económico de EE. UU. hasta las cifras que Trump desea.
Primera fase: euforia a corto plazo (primer semestre de 2026) En cuanto Hassett asuma en mayo de 2026, el mercado celebrará por adelantado durante medio año:
Bajadas de tipos más rápidas y profundas que en la era Powell
Sumadas a los “cheques para todos” de Trump y una segunda ronda de rebajas fiscales
Bolsa, cripto, inmobiliario y materias primas al alza El sector cripto ya celebra: “¡Este es el presidente de la Fed más pro-cripto de la historia!”
Segunda fase: grietas a medio plazo (segundo semestre de 2026-2027) El dinero se presta demasiado fácil, pero la inflación empieza a asomar. El déficit fiscal ya supera los 30 billones, y el balance de la Fed sigue sin reducirse. Por muy dovish que sea Hassett, el margen es mucho menor que en 2020. El mercado empieza a preguntarse: “¿Esta vez será posible un aterrizaje suave?”
Tercera fase: apuesta final (2027-2028) O bien: la reforma del lado de la oferta funciona, la productividad de EE. UU. se dispara, la inflación se controla, y Trump y Hassett pasan a los libros de historia. O bien: la inflación se descontrola, la Fed se ve obligada a subir tipos de forma drástica, estallido de la burbuja de activos y una recesión peor que la de 2008.
El FOMC tiene 12 votos: el presidente solo uno, 7 gobernadores con mandatos de hasta 14 años, 5 presidentes regionales rotatorios; la estructura está pensada para frenar al presidente. A corto plazo, este cortafuegos puede frenar los impulsos “instrumentalizadores” de Hassett.
“El efecto presidente en la sombra”: desde ya, el mercado anticipa las intenciones de Trump, no los datos.
El presidente de la Fed marca la agenda y tiene la voz pública, puede influir sutilmente en las expectativas de todo el comité.
Lo más importante: el poder de nombramiento presidencial. Actualmente hay 4 vacantes en la junta; en cuatro años, Trump puede cambiar a la mayoría y convertir el FOMC poco a poco en “gente de su confianza”.
El ejemplo histórico más cruel: Arthur Burns en la era Nixon, también había contrapesos en el FOMC, ¿y qué pasó? En los 70 llegó la estanflación, la inflación subió al 14%, el dólar colapsó. El cortafuegos existe, pero cuando sopla el viento, también tiembla.
2026 es una “felicidad asegurada”. Se parece más a un Ferrari sin frenos, con Trump al volante y Hassett pisando el acelerador. Solo tienes dos opciones:
Abróchate el cinturón y corre con ellos: sobrepondera acciones de crecimiento, bitcoin, inmobiliario, oro, y disfruta toda la fiesta de 2026.
Bájate antes de tiempo: guarda liquidez, compra TIPS, invierte en activos tangibles y espera el choque contra el muro.