Un dato curioso: ¿sabes por qué muchos influencers que hacen colaboraciones comerciales registran una empresa individual? La clave son dos palabras: ahorrar impuestos.

Por ejemplo, supongamos que tienes unos ingresos anuales de 5 millones por colaboraciones. En algunas regiones, las empresas individuales pueden optar por una tributación fija del 3%, lo cual es extremadamente ventajoso. Al fin y al cabo, las marcas exigen factura para los pagos, y las transferencias entre empresas son inevitables.

¿Pero qué pasa si lo comparamos con otras zonas?

En Hong Kong, el cálculo es diferente: los primeros 2 millones se gravan al 8,25%, y el resto de los 3 millones al 16,5%, lo que suma unos 660.000 en impuestos.

Si sigues el proceso normal en China continental, hay un 6% de IVA como mínimo, más un 25% de impuesto de sociedades, lo que suma casi 1,5 millones en impuestos.

Por eso, los que conocen bien el sector siempre buscan estrategias de optimización fiscal: con los mismos ingresos, distintas formas de operar pueden suponer una diferencia de varias veces en el dinero que te queda. Por supuesto, siempre dentro del marco legal.