Este año está a punto de terminar y, al repasar los resultados de los distintos sectores, resulta que los metales no ferrosos han sido los más destacados. La lógica detrás de la subida de precios ha sido impecable: al final, lo importante es tener minas en casa.

Los del sector de la IA también lo están petando; telecomunicaciones, electrónica y todo lo que tenga que ver con IA está en alza. Los equipos mecánicos tampoco se quedan atrás, han sabido subirse al tren de los robots humanoides. Resumiendo, los protagonistas de este ciclo han sido tres: metales no ferrosos, IA y robots.

El sector del licor blanco lo ha pasado fatal este año, no solo ha tenido pérdidas, sino que también ha sido criticado por todas partes: que si los jóvenes ya no beben licor blanco, etc. El transporte tampoco lo ha tenido fácil: las empresas de mensajería compitiendo a la baja con los precios, el comercio internacional tampoco va bien, reciben golpes por ambos lados.

El carbón tiene valoraciones bajas, pero ya a nadie le interesa. Todo el mundo dice que el futuro será de la energía solar y que la energía a base de carbón está condenada. El carbón no parece que vaya a recuperarse a corto plazo.