Tras la entrada en vigor de la regulación en Europa en junio del año pasado, las stablecoins en euros han vuelto a la vida. El año anterior se habían desplomado un 48% y todo el mundo pensaba que estaban acabadas. Sin embargo, tras aclararse las políticas, en solo un año su capitalización se ha duplicado; EURS, EURC y EURCV han sido las que más han crecido.

Lo más sorprendente ha sido el volumen de operaciones: ha pasado de una media mensual de 383 millones de dólares a 3.800 millones, casi 9 veces más. Suena impresionante, pero si miramos los números fríamente: la capitalización total de las stablecoins en euros apenas supera los 680 millones de dólares, mientras que las stablecoins en dólares ya están en el rango de los 300.000 millones.

¿Qué nos dice esta diferencia? Que el marco regulatorio realmente funciona, al menos ha dado una oportunidad a las stablecoins en euros. Pero para que realmente crezcan, no basta solo con el respaldo de las políticas; la aceptación del mercado, los casos de uso y la profundidad de la liquidez todavía tienen un largo camino por recorrer.