Un importante banco de inversión plantea una pregunta interesante: ¿es esa asociación entre Netflix y Warner Bros de la que todos hablan realmente un auténtico ganar-ganar... o podría salir espectacularmente mal? El acuerdo está recibiendo reacciones mixtas por parte de los analistas: algunos lo ven como una estrategia de contenidos revolucionaria, mientras que otros se preocupan por los posibles riesgos ocultos bajo la superficie. ¿Un caso clásico de "demasiado bueno para ser verdad" o un movimiento realmente innovador? El mercado todavía intenta descifrarlo.