Hace diez años, alguien me habló sobre vehículos autónomos. ¿Sinceramente? No me lo creía.

Entonces soltaron una frase que lo cambió todo: "Si un coche comete un error, todos los demás lo aprenden al instante. ¿Conductores humanos? Seguimos repitiendo los mismos accidentes una y otra vez."

Ahí fue cuando lo entendí: el aprendizaje colectivo supera a la experiencia individual siempre. Toda la red se vuelve más inteligente a partir de un solo fallo. Mientras tanto, nosotros seguimos cometiendo los mismos errores al volante que nuestros abuelos.