Un suceso impactante ocurrió en Konya. Una empleada que trabajaba como secretaria en el Juzgado de Kulu abusó de su cargo y se apropió de nada menos que 6 millones 500 mil liras turcas.
¿Y a dónde fue a parar esta enorme suma? A un lugar que nunca imaginarías: criptomonedas y sitios de apuestas virtuales. La mujer dilapidó el dinero público que desvió invirtiéndolo en activos digitales y gastándolo en plataformas de juego online.
La parte interesante del caso es la siguiente: al darse cuenta de lo que había hecho, la mujer no pudo con su conciencia y fue personalmente al juzgado para confesar su delito. Les contó todo a las autoridades.
¿El resultado? Se dictó orden de detención. Actualmente la mujer está en prisión.
Este caso también pone de manifiesto el lado oscuro del mundo cripto. Los activos digitales y las plataformas online a veces pueden abrir la puerta a gastos incontrolados y grandes pérdidas.
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LiquidatedNotStirred
· 12-11 04:38
Realmente una situación loca
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AirdropHarvester
· 12-10 17:34
Qué triste haber en nerede
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SerumSqueezer
· 12-08 16:02
El juego arruina la vida
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SoliditySurvivor
· 12-08 15:58
El mundo cripto es implacable
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GateUser-1a2ed0b9
· 12-08 15:56
Es una pena, lo importante es que se haya arrepentido.
Un suceso impactante ocurrió en Konya. Una empleada que trabajaba como secretaria en el Juzgado de Kulu abusó de su cargo y se apropió de nada menos que 6 millones 500 mil liras turcas.
¿Y a dónde fue a parar esta enorme suma? A un lugar que nunca imaginarías: criptomonedas y sitios de apuestas virtuales. La mujer dilapidó el dinero público que desvió invirtiéndolo en activos digitales y gastándolo en plataformas de juego online.
La parte interesante del caso es la siguiente: al darse cuenta de lo que había hecho, la mujer no pudo con su conciencia y fue personalmente al juzgado para confesar su delito. Les contó todo a las autoridades.
¿El resultado? Se dictó orden de detención. Actualmente la mujer está en prisión.
Este caso también pone de manifiesto el lado oscuro del mundo cripto. Los activos digitales y las plataformas online a veces pueden abrir la puerta a gastos incontrolados y grandes pérdidas.