¡Increíble!: ¿Recibes 60.000 millones en efectivo y tu capitalización bursátil se evapora en 7.000 millones?

Hoy he visto una operación alucinante: un gigante estatal acaba de anunciar que vende en bloque sus activos inmobiliarios y mineros a su matriz, por 60.676 millones. En teoría, de repente tienes un montón de dinero en caja, ¿no debería dispararse la acción?

¿Y el resultado? En la A-share, caída hasta el límite; en Hong Kong, desplome de más del 20%. Más surrealista aún: la capitalización bursátil de la empresa pasó de más de 70.000 millones a solo 63.000 millones. En la mano izquierda, 60.000 millones en efectivo; en la derecha, el valor de mercado se esfuma en 7.000 millones.

¿Cómo se hace esta cuenta? ¿Qué teme realmente el mercado?

**Primero: puede que hayas vendido tus activos más valiosos**
En el paquete de activos vendidos hay un negocio de minas de cobre y zinc. Con los precios de los metales tan altos, eso es una máquina de imprimir dinero. ¿Y lo vendes? Los inversores se quedan perplejos: ¿y ahora, de dónde vendrá el crecimiento, del aire?

**Segundo: reconoces tú mismo que tus activos se han desplomado**
La valoración de la plataforma inmobiliaria clave refleja una depreciación del 45%. Es como si la empresa saliera y dijera: "¡Esta parte de mis activos ha caído a la mitad!" Un anuncio tan autodestructivo destroza la confianza de los inversores en la solidez de la empresa.

Lo irónico es que otra cotizada que pertenece a la matriz compradora hoy se ha disparado hasta el límite superior. Dentro del mismo grupo, lo que es basura para una mano es un tesoro para la otra. El mercado vota con los pies: quizá en otro entorno estos activos tengan una narrativa más atractiva.

**Viejos vicios de las finanzas tradicionales**
Si esto pasara en blockchain, cada transferencia de activos y cada cambio de valoración quedaría registrado en el explorador de bloques; los inversores ya habrían escaneado el contrato con TokenSniffer cientos de veces. Pero en los mercados tradicionales, solo puedes mirar los números en los comunicados y preguntarte cuánta agua hay en esos 60.000 millones, y si esa depreciación del 45% es real o un truco contable.

Hoy en día, tanto en cripto como en bolsa, el simple hecho de acumular efectivo ya no convence a nadie. Lo que el público quiere saber es: ¿dónde está tu lógica de crecimiento? ¿De dónde vendrán los beneficios futuros? ¿Tiene sentido tu historia?

El viejo truco del capital de pasar de una mano a otra ya no sorprende a nadie.