Parece que ha habido un cambio en el juego de exportación de chips. Se dice que la administración de EE. UU. podría finalmente dar luz verde a los envíos del H200 de Nvidia al mercado chino.

Esto podría suponer un gran impulso para la infraestructura computacional allí—especialmente para operaciones de minería y proyectos cripto impulsados por IA que dependen en gran medida de GPUs de alto rendimiento. La serie H200 ofrece una potencia considerable para tareas de procesamiento en paralelo, algo que mineros y validadores han estado observando desde que entraron en vigor las medidas restrictivas.

Sin embargo, estos vaivenes en la política siempre generan incertidumbre. Un día hay prohibiciones de exportación, al siguiente, aprobaciones condicionadas. Esto hace que la planificación a largo plazo para operaciones dependientes de hardware sea bastante complicada. Cualquiera que gestione instalaciones a gran escala probablemente necesite tener en cuenta ahora las primas de riesgo geopolítico.

Aun así, si esto se confirma, es de esperar cierto movimiento en la disponibilidad de GPUs y en la dinámica de precios. Podría aliviar la escasez de suministro que ha estado encareciendo el hardware en todos los ámbitos.