El inicio de diciembre ha dado un duro golpe al mercado. El Banco de Japón ha vuelto a subir los tipos de interés, con la misma receta y el mismo sabor de siempre: el año pasado ya vivimos algo similar.

En pocas palabras, la lógica central de todo esto es que el "carry trade del yen" está causando estragos. Japón ha mantenido durante años unos tipos de interés ultrabajos (a veces incluso negativos), lo que ha brindado a los capitales globales una oportunidad de arbitraje excelente: pedir prestado yenes casi sin coste, cambiarlos por dólares e invertir en bolsa estadounidense, tecnológicas, bonos o criptomonedas, allá donde la rentabilidad sea mayor. El coste es tan bajo que casi se puede ignorar, cualquier inversión da beneficios.

Este esquema ha permitido que los activos de riesgo globales disfruten durante años de liquidez barata. Pero en cuanto el yen sube los tipos, las reglas del juego cambian al instante: el coste de endeudarse se dispara, el margen de arbitraje se reduce. Esos fondos deben retirarse para devolver yenes, y lo primero que suele venderse son las criptomonedas. ¿Por qué? Porque en comparación con acciones estadounidenses, bonos de alto rendimiento o el oro, los criptoactivos son más arriesgados y su valoración es más incierta. Cuando las instituciones venden, las monedas con mejor liquidez como BTC y ETH son las primeras en ser liquidadas para devolver deudas rápidamente.

¿Qué monedas sufren más? BTC y ETH, por su alta liquidez y el peso de las posiciones de arbitraje, caen de forma más directa. Pero las más perjudicadas son las altcoins: ya de por sí tienen poca liquidez, y a las instituciones no les interesan en absoluto. Cuando se retira la liquidez y se produce un efecto dominó de liquidaciones, las caídas pueden llegar a ser demoledoras.

En este ciclo alcista, la fiesta de la temporada de altcoins ha terminado prácticamente. El final del bull market ya es visible y el ambiente bajista se intensifica. Hay que aferrarse al USDT, observar más y actuar menos, sin apresurarse a abrir posiciones. De hecho, en el bear market hay quienes encuentran oportunidades que no supieron aprovechar en el bull market: al fin y al cabo, muchos salieron perjudicados en la subida y es en la calma de la bajada donde pueden recuperar terreno.