Los despidos están acumulándose rápidamente este año. Hablamos de 1,1 millones de despidos anunciados hasta ahora: la peor cifra desde 2020, cuando estalló la pandemia.

Es una cifra preocupante. Empresas de tecnología, finanzas e industrias tradicionales están ajustando el cinturón. Cuando el mercado laboral se desploma así, el apetito por el riesgo suele seguir el mismo camino. La gente se pone nerviosa, el gasto cae y ese efecto dominó… afecta a todo, desde las acciones hasta las criptomonedas.

Lo sorprendente es lo rápido que puede cambiar el sentimiento. Un trimestre contratas agresivamente, al siguiente recortas plantilla para sobrevivir. Este tipo de presión económica suele empujar a los inversores hacia opciones más seguras, o al menos les hace pensárselo dos veces antes de lanzarse a activos volátiles.

Sigue de cerca estas tendencias de empleo. No son solo cifras en un gráfico. Son señales tempranas de hacia dónde pueden dirigirse la confianza del consumidor y la liquidez del mercado.