Elon Musk recientemente soltó una bomba sobre su participación en el DOGE—el Departamento de Eficiencia Gubernamental, no la memecoin, aunque la superposición es difícil de ignorar. Admitió que todo fue solo "algo exitoso" y dejó claro que no se inscribiría para la segunda ronda.

Esto es clásico Musk: lanzarse de cabeza a algo audaz, generar una atención masiva, y luego alejarse casualmente cuando el brillo se desvanece. Para los que están en cripto, es un recordatorio de que los ciclos de hype—ya sea en torno a proyectos gubernamentales o tokens—rara vez duran para siempre. Cuando figuras influyentes cambian de enfoque, los mercados lo notan.

¿La conclusión? No te cases con tus inversiones solo porque una celebridad tuiteó sobre ellas alguna vez. El impulso desaparece. Siempre ten un plan de salida.