Anoche, ocurrió algo en el mercado que no llamó mucho la atención, pero que al pensarlo bien resulta bastante alarmante.

8 billones de SHIB, desaparecieron de las wallets en las principales exchanges en 24 horas. Según el precio en ese momento, ese dinero vale varios millones de dólares. Es la transferencia en cadena de mayor escala en los últimos meses. Nadie le prestó atención, pero los que saben, saben — este nivel de movimiento no es sencillo.
¿En qué situación está SHIB ahora?
Está atascado.
El precio lucha por mantenerse por encima de la media móvil de 200 días, cada intento de subir es frenado. El RSI oscila cerca de 40, en un estado de estancamiento. El volumen de operaciones también ha disminuido; compradores y vendedores parecen estar en espera. A simple vista, es una laguna muerta.
Pero si miras los datos en cadena con más cuidado, notarás que algo no cuadra.
Aunque el precio no ha subido, tampoco ha bajado más — lo que indica que la presión de venta se está debilitando. De repente, en las exchanges, faltan 8 billones de tokens — alguien está comprando en secreto a gran escala.
Los minoristas no harían eso.
Se trata de una operación a nivel institucional. Los grandes fondos no huyen en pánico, sino que, en las horas previas al amanecer, mueven sus posiciones de forma discreta y sigilosa.
¿A qué se debe este movimiento de gran escala?
No hay más de dos posibilidades:
**Primera: acumulación en niveles bajos**
Los grandes jugadores aprovechan que el precio está bajo y que nadie presta atención para recoger tokens lentamente. Los retiran de la exchange, los almacenan en wallets frías o en protocolos DeFi, controlando así la circulación, y esperan el momento oportuno para actuar.
**Segunda: preparación para algo**
La retirada de tokens no es solo para almacenarlos, sino para usarlos — quizás para participar en staking, votaciones de gobernanza, o en algún proyecto ecológico aún no anunciado. La salida de liquidez de la exchange suele ser un indicio de movimientos importantes.
Sea cual sea, todas las posibilidades apuntan en una misma dirección: alguien está haciendo movimientos estratégicos.
Cuando todos creen que SHIB está muerto, en realidad ese es el momento más peligroso. Porque los verdaderos jugadores nunca te dirán lo que están haciendo.