¿Esa enorme inversión de 11.400 millones de dólares en baterías entre un gran fabricante de automóviles y un gigante coreano de baterías? Sí, está siendo archivada. La ola de vehículos eléctricos que todos predijeron no está llegando a la orilla tan rápido como se esperaba—la demanda se está enfriando, los vientos políticos están cambiando.

Con la relajación de los estándares CAFE, la urgencia de invertir miles de millones en infraestructura de baterías simplemente desapareció. Un caso clásico de sincronización del mercado con la realidad regulatoria. Cuando las mandatos gubernamentales pierden fuerza y el apetito del consumidor se suaviza, las apuestas industriales de gran capital se reevaluan muy rápidamente.

Un paralelo interesante para quienes siguen los flujos de capital: cuando las industrias tradicionales se retiran de inversiones de "seguro", ¿dónde busca esa liquidez el próximo rendimiento? Ya hemos visto pivotes similares antes—el capital no duerme, simplemente se reubica.