El banco central de México expresó nuevas preocupaciones sobre las stablecoins en su última evaluación, destacando una trilogía de vulnerabilidades estructurales que podrían amenazar la estabilidad financiera. La principal preocupación se centra en la dependencia de las stablecoins de las participaciones en bonos del Tesoro de EE. UU. a corto plazo—un riesgo de concentración que se vuelve agudo durante períodos de tensión en el mercado. Además, la fuerte centralización de la emisión de stablecoins entre unos pocos actores principales crea una exposición sistémica. Igualmente problemático es el actual mosaico de regulaciones globales, que permite a los proveedores de stablecoins explotar la arbitrabilidad regulatoria entre jurisdicciones. Estos hallazgos reflejan un patrón más amplio entre los bancos centrales de todo el mundo que están reevaluando cómo deben gobernarse las monedas digitales. A medida que más instituciones ingresan en el espacio de las stablecoins, la advertencia de México subraya por qué son importantes los marcos regulatorios coordinados para proteger tanto los sistemas financieros nacionales como internacionales.