Peter Schiff vuelve a su papel favorito, y está más vocal que nunca. Mientras la Reserva Federal reanudó la compra de Tesorerías, presentándolo como una operación de liquidez, Schiff argumentó que la respuesta del mercado expuso la debilidad principal de Bitcoin. El oro subió más del $50 en una sola sesión, recuperando niveles por encima de $4,325, la plata se disparó más allá de $64 y las acciones mineras siguieron su tendencia.
Mientras tanto, Bitcoin se movió en la dirección opuesta, sin atraer ningún capital de fuga visible.
El argumento de Schiff es simple y agresivo. Si Bitcoin fuera realmente oro digital, afirma, el regreso de la Fed a la expansión del balance habría enviado el capital directamente a BTC.
Flujo de dinero
En cambio, el capital fluyó hacia los metales, el índice del dólar se debilitó y Bitcoin se vendió junto con los activos de riesgo. Schiff enmarcó esto como una prueba de estrés en tiempo real que Bitcoin no superó, calificándolo como prueba de que el activo se comporta más como una inversión especulativa que como una cobertura monetaria cuando las condiciones de liquidez cambian.
Bitcoin ya había caído desde sus máximos de octubre cerca de $120,000, perdiendo más del 30% y alcanzando los $90,000 bajos. Los vendedores lo presionaron en noviembre antes de que los compradores defendieran la zona de $80,600. La recuperación posterior ha sido técnica más que impulsada por narrativa. Schiff utilizó este contexto para argumentar que el mercado ya no cree en la idea de Bitcoin como cobertura contra la inflación.
También criticó la cobertura mediática, señalando que los movimientos récord en oro y plata se trataron como ruido de fondo, mientras que la acción del precio de Bitcoin permaneció como el enfoque principal. Para Schiff, este desequilibrio revela más sobre la psicología de los inversores que sobre los fundamentales.
Si su predicción se mantiene vigente dependerá de la próxima ola de liquidez. Si el capital impulsado por la expansión monetaria continúa favoreciendo a los metales, el caso de Schiff se fortalecerá. Sin embargo, si Bitcoin recupera terreno perdido y absorbe flujos macroeconómicos, la predicción de Schiff será añadida a la larga lista de obituarios prematuros.
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El mayor crítico de Bitcoin dice que la expansión monetaria no salvará a Bitcoin mientras el oro y la plata toman la delantera - U.Today
Peter Schiff vuelve a su papel favorito, y está más vocal que nunca. Mientras la Reserva Federal reanudó la compra de Tesorerías, presentándolo como una operación de liquidez, Schiff argumentó que la respuesta del mercado expuso la debilidad principal de Bitcoin. El oro subió más del $50 en una sola sesión, recuperando niveles por encima de $4,325, la plata se disparó más allá de $64 y las acciones mineras siguieron su tendencia.
Mientras tanto, Bitcoin se movió en la dirección opuesta, sin atraer ningún capital de fuga visible.
El argumento de Schiff es simple y agresivo. Si Bitcoin fuera realmente oro digital, afirma, el regreso de la Fed a la expansión del balance habría enviado el capital directamente a BTC.
Flujo de dinero
En cambio, el capital fluyó hacia los metales, el índice del dólar se debilitó y Bitcoin se vendió junto con los activos de riesgo. Schiff enmarcó esto como una prueba de estrés en tiempo real que Bitcoin no superó, calificándolo como prueba de que el activo se comporta más como una inversión especulativa que como una cobertura monetaria cuando las condiciones de liquidez cambian.
Bitcoin ya había caído desde sus máximos de octubre cerca de $120,000, perdiendo más del 30% y alcanzando los $90,000 bajos. Los vendedores lo presionaron en noviembre antes de que los compradores defendieran la zona de $80,600. La recuperación posterior ha sido técnica más que impulsada por narrativa. Schiff utilizó este contexto para argumentar que el mercado ya no cree en la idea de Bitcoin como cobertura contra la inflación.
También criticó la cobertura mediática, señalando que los movimientos récord en oro y plata se trataron como ruido de fondo, mientras que la acción del precio de Bitcoin permaneció como el enfoque principal. Para Schiff, este desequilibrio revela más sobre la psicología de los inversores que sobre los fundamentales.
Si su predicción se mantiene vigente dependerá de la próxima ola de liquidez. Si el capital impulsado por la expansión monetaria continúa favoreciendo a los metales, el caso de Schiff se fortalecerá. Sin embargo, si Bitcoin recupera terreno perdido y absorbe flujos macroeconómicos, la predicción de Schiff será añadida a la larga lista de obituarios prematuros.