La mayoría de las personas no prestan mucha atención a las tarifas globales, pero deberían. Aquí te explicamos por qué: es una de las señales más claras que te indican si una moneda tiene volumen real o simplemente luce bien en papel.

Vamos a desglosarlo. Cada transacción que realizas—ya sea comprar o vender—te cuesta una tarifa. Hablamos aproximadamente de un 1-1.3% por operación, quizás incluso más dependiendo del intercambio y tu nivel. Ese coste en ambos lados de la operación se acumula rápidamente.

Entonces, ¿qué nos dice esto? Si una moneda muestra un volumen masivo pero las tarifas globales son sospechosamente bajas, algo no cuadra. Probablemente estés viendo operaciones de lavado, órdenes agrupadas u otras formas de manipulación artificial del volumen. Las matemáticas no cuadran.

Pero cuando ves una moneda con volumen legítimo y una recolección de tarifas saludable, eso es diferente. La presión real de compra y venta genera tarifas reales. Es más difícil de falsificar que los números destacados sugieren.