Una pesadilla a las 1 de la madrugada me despertó, sudor frío.

En el sueño caminaba por una ciudad desconocida, de repente vibró el teléfono—miré la pantalla y ETH subió en línea recta hasta 108. Antes de reaccionar, el precio siguió cayendo hasta 89, y luego apenas logró rebotar a más de 200. Mi posición de long con 3000 veces de apalancamiento... así fue liquidada.

En ese momento, el miedo entre el sueño y la realidad se superpuso. En realidad, esto no es para asustar—en el trading de criptomonedas, este tipo de movimientos extremos, aunque raros, no son imposibles. Un pico instantáneo, un golpe repentino de liquidez, y una posición apalancada puede ser liquidada en un instante. Incluso las principales monedas como ETH son así, y mucho más las otras.

Quizá este sueño sea una advertencia: por muy atractiva que sea una oportunidad de trading, siempre hay que saber los límites. El apalancamiento es como una espada de doble filo, amplifica las ganancias pero también incrementa el riesgo de forma ilimitada.