#美国非农就业数据表现强劲 $ETH $BTC $ASTER

Ayer, tras la publicación de los datos de empleo no agrícola, la reacción del mercado fue muy directa: la creación de empleo superó ampliamente las expectativas y la tasa de desempleo se mantuvo estable en niveles bajos. Esto fue un golpe directo a la Reserva Federal, que rápidamente enfrió las expectativas del mercado de una bajada de tipos en marzo del próximo año. Bitcoin cayó de inmediato por debajo de 88,000 dólares, y las altcoins siguieron la tendencia con caídas aún mayores.

Pero la verdadera incertidumbre proviene del otro lado del Pacífico. El 19 de diciembre, es muy probable que el Banco de Japón eleve los tipos de interés hasta el 0.75%, la subida más fuerte en los últimos 30 años.

¿Y por qué es tan importante esto? Aquí entra en juego un concepto llamado carry trade. Durante los últimos treinta años, los especuladores globales han estado haciendo una cosa: tomar prestado yenes (con tasas de interés extremadamente bajas), y luego apalancarse para comprar bonos del Tesoro de EE. UU., acciones estadounidenses e incluso criptomonedas. ¿Qué tamaño tiene este mercado? Se estima entre 4 y 20 billones de dólares. Si Japón sube los tipos, el coste de tomar prestados yenes se dispara instantáneamente, y estos capitales especulativos preferirán retirar fondos y volver a Japón para "tapar agujeros", lo que naturalmente afectará primero a las criptomonedas.

El siguiente escenario dependerá de cómo se enfrenten estas dos fuerzas. Por un lado, las expectativas de tipos altos respaldadas por los datos de empleo no agrícola; por otro, la posible contracción de liquidez provocada por la subida de tipos en Japón. Si ambos factores resuenan, Bitcoin podría intentar directamente la barrera de los 80,000 dólares. Y si la Reserva Federal emite señales dovish para contrarrestar, el mercado de criptomonedas tendrá una oportunidad de respirar.

De cualquier forma, esta ola de cambio en la liquidez, impulsada por los datos de empleo no agrícola y la subida de tipos en Japón, ya ha puesto a todo el mercado en una situación de máxima tensión. La verdadera incógnita será cómo actuará la Reserva Federal en su próximo movimiento.