Con 940 millones de reproducciones en Spotify, “Ordinary” de Alex Warren técnicamente se proclama como el himno del verano de 2025. La lista Songs of the Summer de Billboard lo confirma en el puesto No. 1, calculado a partir de métricas de streaming, ventas y reproducción en radio. Sin embargo, tras esta victoria estadística se esconde una realidad incómoda: la industria musical y los críticos están luchando por coronar una verdadera canción del verano, una pista que defina el zeitgeist cultural más allá de los números en bruto.
La desconexión se revela claramente al examinar las 10 mejores canciones del verano en Billboard. Solo cinco de las diez fueron realmente lanzadas en 2025. Las restantes son remanentes de 2024, con “Die with a Smile” de Lady Gaga y Bruno Mars y la colaboración “Luther” de Kendrick Lamar y SZA manteniendo su dominio en las listas meses después de su lanzamiento. Esta presencia persistente de los éxitos de 2024 no es solo una nota al margen, sino que es fundamental para entender por qué los críticos dicen que este verano carece de un momento definitorio.
El efecto del algoritmo de streaming: longevidad sobre viralidad
¿Qué ha cambiado entre este verano y el de 2024? Stephen Thompson de NPR identificó un culpable clave: los algoritmos de streaming y la mecánica de la radio que mantienen las canciones en circulación “por lo que parece una eternidad”. Los ganadores del año pasado—“Espresso” de Sabrina Carpenter, “A Bar Song (Tipsy)” de Shaboozey, “Not Like Us” de Kendrick Lamar—poseían energía contagiosa y una pegajosidad inmediata. Se sentían como fenómenos naturales, no posiciones en las listas cuidadosamente diseñadas.
En contraste, los ganadores de este verano tienden hacia territorios más lentos y contemplativos. Detrás de “Ordinary”, las siguientes tres entradas en la lista de Billboard son baladas country de Morgan Wallen—sonoramente lo opuesto a un “éxito de playa con las ventanas bajadas”, como describió Thompson la canción ideal del verano. Incluso “Manchild”, el lanzamiento de Sabrina Carpenter de 2025 que alcanzó el puesto No. 1, no logró replicar la penetración cultural de sus éxitos de 2024 “Espresso” y “Please Please Please”.
Los críticos se rebelan contra los números
El crítico musical Chris Molanphy en el podcast Culture Gabfest de Slate calificó de manera contundente la competencia por la canción del verano como “confusa” y “aburrida”, posicionando 2024 como un año mucho mejor para los éxitos musicales. Planteó el problema en dos partes: primero, los gigantes del año pasado que se niegan a abandonar las listas; segundo, que aunque existe un claro vencedor en números brutos, simplemente es “una canción que aburre”.
Este escepticismo crítico se ha manifestado en listas competidoras. The Guardian, The New York Times y NME omitieron a los éxitos en la cima de las listas al seleccionar su canción del verano. Los periodistas de The Guardian apoyaron “Illegal” de PinkPantheress, “Relationships” de Haim y “Headphones On” de Addison Rae—ninguna de ellas entra en el top 10 comercial. The New York Times consultó a diez “tastemakers” que van desde el actor Jeff Goldblum hasta la figura política Zohran Mamdani, produciendo una lista con “Daisies” de Bieber y “Lover Girl” de Laufey, sin ninguna coincidencia con las clasificaciones de Billboard.
El momento de ruptura que falta
Los lanzamientos de grandes discográficas de Justin Bieber, The Weeknd y Miley Cyrus no lograron generar un éxito genuino este verano. Sam Wolfson de The Guardian sugirió que quizás 2025 simplemente no tiene una canción del verano—al menos no de la misma manera que años anteriores. Ese consenso cultural, esa canción que todos recuerdan, parece ausente.
Lo que revela este momento es cómo el streaming ha alterado fundamentalmente el consumo de música y la mecánica de las listas. Una canción ya no necesita dominar por entusiasmo orgánico espontáneo. Puede persistir gracias a la promoción algorítmica y la rotación en radio mucho después de que pase su momento cultural. Mientras tanto, los posibles éxitos de 2025 luchan por abrirse paso en un panorama saturado donde los ganadores de 2024 se niegan a desaparecer.
Queda por ver si las futuras celebraciones de la canción de Año Nuevo reflejarán en 2025 un año sin un himno veraniego definitorio, pero los críticos ya han emitido su veredicto: cuando el ganador de la lista y el favorito cultural divergen tan drásticamente, los algoritmos han ganado—no la música.
Por los números
940 millones: reproducciones en Spotify de “Ordinary”
5 de 10: lanzamientos nuevos de 2025 en la lista de las mejores canciones del verano de Billboard (en comparación con 9 de 10 en 2024)
0: coincidencias entre las selecciones de los críticos del New York Times y las mejores canciones del verano de Billboard
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Verano 2025: Por qué el tema más reproducido del año no puede llenar el vacío dejado por los mega éxitos del año pasado
La paradoja de los números sin momento cultural
Con 940 millones de reproducciones en Spotify, “Ordinary” de Alex Warren técnicamente se proclama como el himno del verano de 2025. La lista Songs of the Summer de Billboard lo confirma en el puesto No. 1, calculado a partir de métricas de streaming, ventas y reproducción en radio. Sin embargo, tras esta victoria estadística se esconde una realidad incómoda: la industria musical y los críticos están luchando por coronar una verdadera canción del verano, una pista que defina el zeitgeist cultural más allá de los números en bruto.
La desconexión se revela claramente al examinar las 10 mejores canciones del verano en Billboard. Solo cinco de las diez fueron realmente lanzadas en 2025. Las restantes son remanentes de 2024, con “Die with a Smile” de Lady Gaga y Bruno Mars y la colaboración “Luther” de Kendrick Lamar y SZA manteniendo su dominio en las listas meses después de su lanzamiento. Esta presencia persistente de los éxitos de 2024 no es solo una nota al margen, sino que es fundamental para entender por qué los críticos dicen que este verano carece de un momento definitorio.
El efecto del algoritmo de streaming: longevidad sobre viralidad
¿Qué ha cambiado entre este verano y el de 2024? Stephen Thompson de NPR identificó un culpable clave: los algoritmos de streaming y la mecánica de la radio que mantienen las canciones en circulación “por lo que parece una eternidad”. Los ganadores del año pasado—“Espresso” de Sabrina Carpenter, “A Bar Song (Tipsy)” de Shaboozey, “Not Like Us” de Kendrick Lamar—poseían energía contagiosa y una pegajosidad inmediata. Se sentían como fenómenos naturales, no posiciones en las listas cuidadosamente diseñadas.
En contraste, los ganadores de este verano tienden hacia territorios más lentos y contemplativos. Detrás de “Ordinary”, las siguientes tres entradas en la lista de Billboard son baladas country de Morgan Wallen—sonoramente lo opuesto a un “éxito de playa con las ventanas bajadas”, como describió Thompson la canción ideal del verano. Incluso “Manchild”, el lanzamiento de Sabrina Carpenter de 2025 que alcanzó el puesto No. 1, no logró replicar la penetración cultural de sus éxitos de 2024 “Espresso” y “Please Please Please”.
Los críticos se rebelan contra los números
El crítico musical Chris Molanphy en el podcast Culture Gabfest de Slate calificó de manera contundente la competencia por la canción del verano como “confusa” y “aburrida”, posicionando 2024 como un año mucho mejor para los éxitos musicales. Planteó el problema en dos partes: primero, los gigantes del año pasado que se niegan a abandonar las listas; segundo, que aunque existe un claro vencedor en números brutos, simplemente es “una canción que aburre”.
Este escepticismo crítico se ha manifestado en listas competidoras. The Guardian, The New York Times y NME omitieron a los éxitos en la cima de las listas al seleccionar su canción del verano. Los periodistas de The Guardian apoyaron “Illegal” de PinkPantheress, “Relationships” de Haim y “Headphones On” de Addison Rae—ninguna de ellas entra en el top 10 comercial. The New York Times consultó a diez “tastemakers” que van desde el actor Jeff Goldblum hasta la figura política Zohran Mamdani, produciendo una lista con “Daisies” de Bieber y “Lover Girl” de Laufey, sin ninguna coincidencia con las clasificaciones de Billboard.
El momento de ruptura que falta
Los lanzamientos de grandes discográficas de Justin Bieber, The Weeknd y Miley Cyrus no lograron generar un éxito genuino este verano. Sam Wolfson de The Guardian sugirió que quizás 2025 simplemente no tiene una canción del verano—al menos no de la misma manera que años anteriores. Ese consenso cultural, esa canción que todos recuerdan, parece ausente.
Lo que revela este momento es cómo el streaming ha alterado fundamentalmente el consumo de música y la mecánica de las listas. Una canción ya no necesita dominar por entusiasmo orgánico espontáneo. Puede persistir gracias a la promoción algorítmica y la rotación en radio mucho después de que pase su momento cultural. Mientras tanto, los posibles éxitos de 2025 luchan por abrirse paso en un panorama saturado donde los ganadores de 2024 se niegan a desaparecer.
Queda por ver si las futuras celebraciones de la canción de Año Nuevo reflejarán en 2025 un año sin un himno veraniego definitorio, pero los críticos ya han emitido su veredicto: cuando el ganador de la lista y el favorito cultural divergen tan drásticamente, los algoritmos han ganado—no la música.
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