Recientemente, una estrategia de inversión innovadora ha suscitado una amplia discusión en Wall Street. El conocido creador de mercado GSR ha presentado una solicitud única de ETF a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC), y la estrategia de inversión de este fondo es bastante característica: no compra directamente Activos Cripto, sino que invierte más del 80% de los fondos en empresas que tienen grandes cantidades de Activos Cripto en sus balances.
Este método de inversión puede considerarse una nueva estrategia de 'invertir en moneda a través de intermediarios'. Empaqueta el riesgo de inversión en Activos Cripto en la forma de acciones tradicionales, proporcionando una vía de participación indirecta para los inversores institucionales que son cautelosos con respecto a la inversión directa en Activos Cripto. Esta práctica es similar a que un inversor que no le gusta el café elija invertir en acciones de plantaciones de café.
La medida de GSR en realidad está apostando por la 'ola de acumulación de monedas por parte de instituciones'. Ellos anticipan que, a medida que los Activos Cripto en posesión de estas empresas aumenten de valor, el precio de sus acciones también subirá. Sin embargo, esta estrategia también conlleva riesgos evidentes: si el mercado de Activos Cripto sufre una caída significativa, el precio de las acciones de estas empresas podría verse afectado de manera más severa.
En comparación con el ETF de Activos Cripto al contado directo, este ETF basado en acciones podría enfrentar menos resistencia regulatoria, ya que sus activos subyacentes son acciones de empresas que cumplen con la normativa. Sin embargo, aún está por verse si la SEC lo considerará una forma de 'especulación indirecta en monedas'.
Para aquellos inversores que creen que ciertas acciones tecnológicas están sobrevaloradas y desean compartir las potenciales ganancias del mercado de Activos Cripto, este tipo de ETF podría ofrecer una opción intermedia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las ganancias que obtengan los inversores provendrán principalmente de las fluctuaciones en el precio de las acciones de la empresa y no de las variaciones en el precio de las monedas de encriptación.
La aparición de este nuevo tipo de ETF refleja cómo los mercados financieros buscan constantemente innovar para adaptarse a la demanda de nuevas clases de activos. Proporciona a los inversores una nueva forma de acceder al mercado de activos cripto, al mismo tiempo que provoca una profunda reflexión sobre los límites regulatorios y los riesgos de inversión. A medida que la industria de las criptomonedas continúa desarrollándose, es probable que surjan más innovaciones financieras similares, lo que seguirá poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los organismos reguladores y el juicio de los inversores.
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Recientemente, una estrategia de inversión innovadora ha suscitado una amplia discusión en Wall Street. El conocido creador de mercado GSR ha presentado una solicitud única de ETF a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC), y la estrategia de inversión de este fondo es bastante característica: no compra directamente Activos Cripto, sino que invierte más del 80% de los fondos en empresas que tienen grandes cantidades de Activos Cripto en sus balances.
Este método de inversión puede considerarse una nueva estrategia de 'invertir en moneda a través de intermediarios'. Empaqueta el riesgo de inversión en Activos Cripto en la forma de acciones tradicionales, proporcionando una vía de participación indirecta para los inversores institucionales que son cautelosos con respecto a la inversión directa en Activos Cripto. Esta práctica es similar a que un inversor que no le gusta el café elija invertir en acciones de plantaciones de café.
La medida de GSR en realidad está apostando por la 'ola de acumulación de monedas por parte de instituciones'. Ellos anticipan que, a medida que los Activos Cripto en posesión de estas empresas aumenten de valor, el precio de sus acciones también subirá. Sin embargo, esta estrategia también conlleva riesgos evidentes: si el mercado de Activos Cripto sufre una caída significativa, el precio de las acciones de estas empresas podría verse afectado de manera más severa.
En comparación con el ETF de Activos Cripto al contado directo, este ETF basado en acciones podría enfrentar menos resistencia regulatoria, ya que sus activos subyacentes son acciones de empresas que cumplen con la normativa. Sin embargo, aún está por verse si la SEC lo considerará una forma de 'especulación indirecta en monedas'.
Para aquellos inversores que creen que ciertas acciones tecnológicas están sobrevaloradas y desean compartir las potenciales ganancias del mercado de Activos Cripto, este tipo de ETF podría ofrecer una opción intermedia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las ganancias que obtengan los inversores provendrán principalmente de las fluctuaciones en el precio de las acciones de la empresa y no de las variaciones en el precio de las monedas de encriptación.
La aparición de este nuevo tipo de ETF refleja cómo los mercados financieros buscan constantemente innovar para adaptarse a la demanda de nuevas clases de activos. Proporciona a los inversores una nueva forma de acceder al mercado de activos cripto, al mismo tiempo que provoca una profunda reflexión sobre los límites regulatorios y los riesgos de inversión. A medida que la industria de las criptomonedas continúa desarrollándose, es probable que surjan más innovaciones financieras similares, lo que seguirá poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los organismos reguladores y el juicio de los inversores.